Manzanillo-. La especialista en oftalmología Ramona Cutiño García y la licenciada en Optometría y óptica Iris Tamayo, ambas del Centro Provincial de la especialidad localizado en el Hospital Clínico Quirúrgico Celia Sánchez Manduley, asisten al octavo Taller Nacional de Baja Visión con sede en la ciudad de Bayamo.
Entre los días 11 y 13 de noviembre estas manzanilleras se incorporan a la comitiva de representantes de todas las provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud que intercambiarán sobre la atención a los pacientes con baja visión y el impacto del diagnóstico precoz en la calidad de vida de los niños con este padecimiento.
Ambas profesionales acuden al evento como parte de un proceso de entrenamiento y capacitación que reciben en la capital granmense en virtud de dar inicio a la subespecialidad de Baja visión en el Centro oftalmológico manzanillero, previsto para el año 2016.
Durante la cita, cuya sede Granma conquistó por los resultados de la consulta provincial en los últimos cuatro años, se expondrán una treintena de trabajos científicas referentes también, entre otros temas, a la actualización en baja visión y el envejecimiento poblacional, y a los logros del Programa Nacional de atención a las personas con discapacidad visual a lo largo de la Isla.
Las experiencias tanto de los especialista en oftalmología, licenciados en optometría, psicólogos, y estimuladores visuales de las escuelas especiales que conforman las consultas multidisciplinarias de este tipo, posibilitarán el enriquecimiento de conocimientos y metodologías para perfeccionar el tratamiento en los aquejados y ampliar los beneficios para una pronta rehabilitación y mayor calidad de vida.
En Granma se exhiben importantes logros en la consulta provincial de baja visión, según informó al periódico La Demajagua la Doctora Yanna Díaz Hernández, especialista en oftalmología y jefa de la misma. Entre estos destacan la rehabilitación visual de 278 pacientes que representan el 94 por ciento de los diagnosticados hasta septiembre, y la incorporación de estos a la sociedad y a la enseñanza normal.
También, el incremento de las ayudas ópticas, la captación de mayores cuantías de pacientes fundamentalmente en edades previas a los seis años (denominados de estimulación temprana) y el fortalecimiento del Programa de la Retinopatía de la prematuridad.
Manzanillo pese a no contar con la subespecilidad de baja visión tiene un trabajo sostenido en la atención a niños y niñas con este padecimiento por parte del sector educacional, y cuenta con la Escuela Ricardo Rodríguez Morales donde cursan sus estudios entre el preescolar hasta tercer grado pequeños que padecen de estrabismo y ambliopía, y son atendidos por un claustro especializado y un equipo de médicos y técnicos en oftalmología.