La mayor parte de los homicidios consignados tuvieron lugar en Estambul, la ciudad más grande del país, seguida de Adana, Ankara e Izmir, mientras que solo 386 asesinatos fueron cometidos en zonas rurales, bajo el control de la gendarmería.
Alrededor del 67 por ciento de los homicidios fueron cometidos con armas de fuego, mientras que en el resto se utilizaron armas blancas u objetos punzantes, según los datos oficiales.
Entre las motivaciones, la mayoría de los casos fueron robos con violencia, seguido de crímenes de violencia machista, ajustes de cuentas, enfrentamientos entre conductores o conflictos por tierras o herencias.
De acuerdo con las investigaciones, la policía determinó las circunstancias en un 93 por ciento de los casos, el resto continúan sin resolverse, y se detuvo al 92 por ciento de los sospechosos.