Coloridas, diversas, móviles, a veces multiplicadas “brotaron” en diferentes partes de la ciudad, fundamentalmente en aquellos denominados “centros de gravedad”, por la alta circulación o concentración de personas. Las carpas acogieron a trabajadores de fondas, cafeterías y restaurantes, que necesariamente abandonaron la comodidad de sus instalaciones para cumplir una misión devenida reto: acercar sus servicios al barrio.
Lo cierto es que, motivados por ese deber social y protegiéndose para no contagiarse con el SARS-CoV-2, cientos de personas pueden dar testimonio de amaneceres ante un fogón de leña o a la caza de qué echar en esas ollas.
Unos 15 mil trabajadores del Comercio y la Gastronomía en Granma se unieron a la hazaña de enfrentar la pandemia de la Covid-19, y superar los continuados escollos que la crisis económica y el bloqueo norteamericano imponen cotidianamente a los cubanos, pero con la responsabilidad ineludible de contribuir a la alimentación del pueblo.
“A nuestros colectivos les ha correspondido la tarea de garantizar bajo cualquier circunstancia los alimentos a la población”, afirmó en comparecencia televisiva, esta semana, José Fontanal Remón, director del Grupo empresarial de Comercio y Gastronomía (Gecog) en la provincia, quien asegura que en ningún recóndito lugar de la geografía del territorio faltó la canasta básica.
Fontanal Remón expresó que en medio de una situación tensa con los abastecimientos y de acuerdo con las medidas del Consejo de Defensa provincial se priorizó la vitalidad de los servicios y evitar la movilidad de las personas, de ahí emergieron las actuales alternativas.
Añadió que Bayamo tiene más de 50 centros de gravedad, Manzanillo 39, y la indicación es que haya oferta todos los días y potenciar los fines de semana, con la premisa de que la cocción en carpas, sin las condiciones adecuadas, no debe afectar la calidad de la elaboración, hasta ahora con criterios favorables de los clientes.
“Considero que cuando venzamos a la pandemia, por el impacto que han tenido estos puntos, sobre todo en zonas vulnerables, deben seguir funcionando”.
El directivo agregó que también existen vehículos que llevan alimentos a localidades de la periferia, en tanto la Empresa de Alojamiento y Recreación (Alyrec) lo está haciendo en los barrios bayameses del Aeropuerto Viejo y de El Almirante; e informó que, a partir de este jueves, Gastronomía Bayamo conducirá alternadamente hacia otras demarcaciones, en dependencia de la disponibilidad de recursos.
CONTRA LA ADVERSIDAD
Un ejemplo del esfuerzo que realiza el país, afirmó Alberto Ruiz García, director de la rama de Comercio en el Gecog, lo constituye la entrega de tres libras adicionales de arroz por consumidor, la pronta, aunque gradual, distribución de los productos de donación, y el proceso de otorgamiento temporal de nuevas libretas de abastecimiento.
En Granma, además, se ha estrechado el vínculo con las tiendas de Cimex y TRD Caribe para la oferta normada de productos alimenticios y de aseo, mientras se potencia y fortalece el encadenamiento con otros sectores, como el agropecuario e industrial.
Ruiz García dijo que fruto de esta última relación comercial ha sido la contratación de leche con 606 productores, para su venta directa, que representan 4,2 millones de litros, y un ahorro de 428 toneladas de leche en polvo, valorada en el mercado internacional en unos tres mil 450 dólares cada tonelada.
También se han comercializado en mercados estatales y carnicerías seleccionadas cerca de 90 toneladas de carne de res, resultado del sacrificio de 237 cabezas de ganado, pertenecientes a 131 productores.
Por otro lado, néctares, jugos, siropes, conservas, vinos secos y condimentos, integran la lista de elaboraciones que se han distribuido para su venta en mercados Ideal, debido a convenios con minindustrias, las cooperativas de créditos y servicios Clemente Ramos, Anselmo Aldana e Israel Oliva, la Empresa Ceballos, Tropical Contramaestre S.A y Cítricos Jagüey.
Sin embargo, ello no satisface las expectativas del sector, siempre retado a superarse, o de la población, también preocupada por el abastecimiento irregular de productos cárnicos y el alza de los precios, muchas veces desproporcionales con respecto al costo de la materia prima.
SIN PAUSA
Administrativos, gastronómicos y comerciantes, aun presionados por la búsqueda incesante de suministros, han continuado trabajando en el desarrollo del ramo, su inserción en el programa de informatización de la sociedad y la aproximación a estándares internacionales.
Al respecto, Mariela Sánchez Jerez, directora adjunta del Gecog, refirió que en la provincia 564 unidades comerciales y gastronómicas cuentan con la modalidad de pago electrónico mediante la plataforma EnZona y empleando código QR, un servicio que, admite, no tuvo mucha aceptación durante su implementación, pero que ya goza del respaldo de los consumidores.
Ahora, constituye una novedad la existencia de la tienda virtual del bayamés Mercado experimental bajo la dirección mercadoexperimental.enzona.net, con solo un mes de funcionamiento. El recién estrenado servicio demanda ahora de sistematicidad, variedad en la oferta e incluir la mensajería a domicilio.
Sobre la venta a plazos, regulada en la Resolución 98 del Comercio Interior y publicada en la Gaceta oficial extraordinaria, número 66, con fecha del 20 de julio, Graciela Carrazana, directora económica del Grupo, confirmó que Granma se halla en la fase de organización para su puesta en práctica en septiembre próximo, en el mencionado Mercado experimental.
Esta venta minorista, que se extenderá progresivamente al resto de los municipios, se prevé para bienes duraderos (bicicletas, colchones, muebles, efectos electrodomésticos), cuyo precio exceda los dos mil 500 pesos en moneda nacional, y podrán acceder a ella los ciudadanos cubanos con domicilio permanente en el país, residentes en la provincia, con ingresos demostrables.
Carrazana explicó que se establecen contratos con todas las formas de gestión existentes, para ofrecer una variedad de productos, de entre los referidos anteriormente, expuestos en la tienda o en catálogo, e incluso encargado a medida, previo acuerdo tripartita entre proveedor, comercializador y cliente.
Con un plan de ventas de cinco mil millones de pesos para este año, tres mil de ellos con respaldo de alimento a la población (también entendible por el aumento de los precios), Fontanal Remón expresa su fe en la victoria y la posibilidad de superar la meta en cerca de 135 millones.
El directivo expone entre los halagüeños resultados la comercialización de productos en MLC, sin afectar las ofertas en moneda nacional, y la producción de carbón para exportar, ingresos que se emplean en diversificar la oferta, mejorar las condiciones laborales y el confort en la prestación de servicios.
La combinación de ambos factores permitirá crecer en inversiones y remunerar en correspondencia a los trabajadores. Las ventas en MLC han posibilitado comprar equipamiento y dejar civilmente concluidos cinco centros de elaboración en los municipios, con énfasis en la inocuidad de los alimentos.
Emerger del enfrentamiento al coronavirus con unidades gastronómicas y comerciales más modernas, no solo por la imagen y el confort, sino por la calidad de la oferta, las alternativas de pago, el trato afable y el compromiso con la satisfacción del cliente, constituye el anhelo de los trabajadores del sector, sumido en un proceso de perfeccionamiento y en el combate contra históricas ineficiencias.
“La voluntad de los colectivos es hacer en bien del pueblo”, afirmó Fontanal Remón, quien exhortó a los granmenses a contribuir con este propósito denunciando cualquier actitud que pueda empañarlo.