A pesar de su fuerte temperamento está cargada de sensibilidad. Se le oprime el pecho con cada historia, con cada víctima, con cada silencio que sepulta la violencia.
La muchacha no es la señora sentimiento, ni la mujer maravilla, es profesora de la Universidad de Granma, coordinadora de la plataforma feminista de promoción sociocultural La Cuarta Lucía y jefa de sección de Crítica e Investigación de la filial granmenses de la Asociación Hermanos Saíz y coordinadora en el territorio de los investigadores sobre juventudes.
Yuleidis González Estrada, quizás cargue con más título que tiempo, pero siempre se las arregla para lidiar con todo y que las 24 horas del días sean rentables porque no concibe los mutismos, la muchacha entiende de hacer “mucho ruido”.
Por eso habla, crea y proyecta alternativas que gusta además compartir y se satisface hoy, 2 de octubre, cuando el mundo se pronuncia contra la No violencia, un campo minado de retos.
“Lo primero es escuchar, no aconsejar porque la reacción de la persona violentada puede ser terrible”, dice con una mirada que contrasta con un desgarre en su rostro como si reviviera cada anécdota escuchada y tras la pausa sentencia que la lucha es cultural y tenemos el deber y el derecho de construir alternativas de red existencia.
– ¿Cuál es el mayor desafío que enfrentan hoy quienes luchan contra la violencia?
“El reto más difícil para mí es el de construir alternativas de red-existencias porque si bien es importante que tomemos acción en la lucha contra la guerra, contra las múltiples opresiones de los pueblos, tal vez más importante aún es saber cuándo soy violenta o cuando estoy violentando a alguien, es realmente titánico, pero el día que logremos contribuir al menos a que más personas concienticen la importancia de que el cambio empieza por uno misma, creo que ese día podemos avanzar un poquito más. No se trata de construir individualidades aisladas, sino un proceso desde lo individual a lo social”.
– ¿Cómo es ser una voz a favor de la sensibilidad?
“Yo me he propuesto ser una voz por aquellas que no han tenido la oportunidad. Por eso la cuarta Lucia es una plataforma feminista de promoción sociocultura para promover las alternativas en la lucha contra violencia. Ser una voz es siempre una gran responsabilidad, porque usted está asumiendo una posición contra el poder. Pero lo importante de ser una voz, es no ser permanentemente una voz, sino ser la semilla para otras voces, para que otras voces crezcan y tú dejes de ser la protagonista y sea el coro la cara visible del movimiento”.
– En su opinión, cuál es la causa fundamental de la violencia.
“No se puede hablar de luchas contra las violencias sino se habla del patriarcado y de las matrices de opresión que lo contienen; viene con sus matrices, con su adumbre de violencia relacionado con las posiciones adulto céntricas, vinculadas con la discriminación por raza, género, clase, entonces hacia ahí tienen que estar dirigidas nuestras acciones”.
-¿Cómo lo enfrentas desde el proyecto La Cuarta Lucía?
“Tienes que creer que esos jóvenes tienen habilidades y conocimientos, que es posible hacer un proyecto con ellos. La cuarta Lucía surge como un proyecto de animación sociocultural en la Universidad a falta de un espacio fijo como recreación de los estudiantes becados en la residencia, pero a medida que fuimos creciendo se ve la transformación en las estudiantes que son partes del proyecto e invadimos otros espacios.
– El secreto para mantenerse sin rendirse
“Hay que tener deseo, compromiso con la transformación social porque te vas a encontrar con múltiples barreras, por eso es que se mantiene La cuarta Lucía, además ha logrado prender en el corazón de sus integrantes y en la construcción colectiva, no de imposiciones”.
Paz, tolerancia, comprensión y no violencia, es lema que preside en esta jornada establecida por la organización de Naciones Unidas para decir No Violencia, en homenaje al nacimiento de Mahatma Gandhi, líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la filosofía de la no violencia.
“La no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre”; hagamos del precepto de Gandhi una rutina de vida.