Mejor que antes, pero…

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Por Leonardo Leyva Paneque | 9 julio, 2016 |
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Jorge Torres AguilarAunque no pudo concretar el avance a los play off, para nada debe considerarse de mala la actuación del equipo de Granma en el III Campeonato nacional de béisbol para menores de 23 años.

Durante la recién concluida fase clasificatoria, Los Potros exhibieron 22 triunfos y 14 fracasos, lo que transciende como el cuarto mejor balance entre los 16 elencos participantes y la actuación más destacada en estas lides. De hecho, abandonaron el sótano de la agrupación D, que volvió a comandar el conjunto de Santiago de Cuba.

Asimismo, dominaron el colectivo de pitcheo con promedio de carreras limpias (PCL) de 2.50, terminaron terceros en defensa (974) y quintos en bateo (263). En las estadísticas de la selección, también, resalta la mejor diferencia entre carreras anotadas y permitidas, + 70 (187-117), superior al de planteles más bateadores y con un puesto en la postemporada, como Santiago de Cuba (+66), Artemisa (+49) y Villa Clara (+37).

Entonces, ¿por qué la tropa de Guillermo Avilés Boza no se incluyó entre los cuatro semifinalistas? ¿Cuáles fueron las principales deficiencias?

En un torneo supuestamente dominado por los lanzadores, cuya media mostró 3.47 PCL, las formaciones con mejor ofensiva

marcaron la diferencia. Por eso, santiagueros (305), artemiseños (273) y villaclareños (274) no afrontaron problemas para hacerse de un cupo, pues sus dígitos estuvieron muy por encima del 257 de average que enseñó el certamen, al término del calendario regular.Héctor Arias

Otro factor, que a la postre resultó determinante en la eliminación de los granmenses, fue la barrida sufrida en la visita a predios indómitos. Allí, frente a sus rivales de turno, perdieron la cima de la llave, la que jamás pudieron recuperar.

Sin embargo, en el béisbol hay detalles imposibles de registrar en los números y que al final tienen su incidencia. Los granmenses demostraron que les cuesta trabajo ganar partidos cerrados y ahora no fue la excepción: en nueve de las 14 ocasiones que cayeron lo hicieron por margen de dos carreras o menos (y una en Regla Schiller), cinco ante los santiagueros. Ahí están las causas.

Aún así sobresalieron algunas individualidades, como Héctor Arias y el lanzador Jorge Torres. El antesalista Arias fue el máximo impulsor del equipo, con 23, encabezó el departamento de doble (14) y terminó con average de 306 (121-37); mientras el zurdo Torres aportó cinco victorias y concluyó séptimo en poches, con 33.

Con el madero en mano, también hubo destaque para Raiko Santos, quien bateó para 333, Yoelkis Céspedes, cuarto en carreras anotadas (28), y Aléxquemer Sánchez integró un sexteto que empujó 10 veces empate o ventaja, como escolta del holguinero Raycel Martínez (11).

Desde la lomita, Carlos Santana fue el complemento de Jorge, al ganar cuatro partidos, salvar tres juegos y ser décimo en efectividad, con 1.83 PCL, acápite en el que Maidel Núñez se colocó segundo (1.06).

Para Granma la tercera edición del Nacional Sub 23 ya es historia. Las palmas para Avilés Boza y sus muchachos que -en buena lid- nunca se rindieron en el empeño de agenciarse el boleto que concedía la agrupación.

De todas maneras, urge precisar el tiro para venideras confrontaciones. Ojalá vuelvan a convocar a un equipo con méritos suficientes para discutir las primeras posiciones y superar el quinto escaño que le deparó la presente versión.

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