Integrante de la última generación que ha ayudado a preservar la rica tradición del levantamiento de pesas en Granma, Melisa Aguilera Peña sigue concentrada en la batalla por un boleto a los Juegos olímpicos de Tokio.
Por eso, cuando el país regrese a la total normalidad, quiere retomar el alistamiento, que se vio obligada a interrumpir ante el azote de la COVID-19: “Mi mayor expectativa es obtener los puntos que faltan para clasificar a los Juegos”, expone la primera figura de Cuba en la categoría de hasta 76 kilogramos.
De hecho, necesita participar en el mayor número de eventos clasificatorios posibles y superar el biatlón, “siempre nos preparamos para mejorar esos resultados, aunque a veces resulta difícil cuantificarlos”, agrega.
Aguilera, que acaba de cumplir los 21 años de edad (18 de junio), exhibe marca personal de 229 kilos (102 y 127), conseguida en los Panamericanos de Lima 2019, donde conquistó un meritorio quinto lugar.
Como casi todos los halteristas cubanos, para la bayamesa el envión es su ejercicio más fuerte, “en esa modalidad levanté 127 kilos y alcancé bronce en Barranquilla (sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018)”, rememora.
La forzuda llega todos los días al combinado deportivo Rosa La Bayamesa, “vengo a realizar una rutina de entrenamiento; aunque no es la misma que hago en la selección nacional, me ayuda a mantenerme en forma”, apuntó la ocupante del escaño 23 en el ranking olímpico.
De momento, la Federación internacional de pesas (envuelta en un escándalo de corrupción) anunció que el primero de octubre reiniciará el proceso clasificatorio; mientras Cuba manifestaba el interés de asistir a varios torneos en Colombia, donde Melisa debe hacer acto de presencia.