El niño observa ensimismado la larga barba del hombre. ¡El mismo hombre rico y valiente del que escuchó hablar en su natal Manzanillo! Piensa, dentro de su ingenuidad, seguro por eso lo han convertido en estatua.
Una veintena de años después, los azares de la vida, lo pusieron otra vez delante del patricio Francisco Vicente Aguilera (1821-1877), como el diseñador gráfico de la campaña por el Bicentenario del prócer. Ahora, Carlos Bruzón pretende revocar sus días de inocencia a través de líneas que no solo cobran una forma, sino que impregnan un mensaje.
“El mensaje que quiero capte la sociedad, principalmente las nuevas generaciones es que sin patria no hay identidad, sin identidad nada tenemos y nada somos. Este fue el afán de Aguilera, utópico para muchos en su momento, para él se puede intuir que una necesidad capital e impostergable.
“Hoy día muchos tratan de manipular el concepto de Patria, resumiéndolo a una condición meramente política, y eso no es Patria, es mucho más. Patria es una idea, un concepto cultural que nos hace auténticos, diferentes, orgullosos de valores que son muy nuestros.
“Olvidar esto, es desechar toda una tradición desde nuestros primeros habitantes, pasando por los criollos y este “gran ajiaco” en el que nos hemos convertido, es el olvido de nuestros ancestros, el destierro de nuestros padres y por consecuencia la pérdida de nuestra esencia al fin, señala en una comunicación por WhatsApp como protocolo de seguridad ante la pandemia.
Cuando Bruzón comenzó a hacer los primeros trazos, no solo descifraba “el secreto” de Aguilera; persistía el propósito de “bajarlo” del pedestal en mármol del bayamés parque del Retablo de los Héroes, donde lo descubrió en su niñez. Humano y perfectible como fue.
“Todo el concepto de diseño, que va desde la imagen vectorial del rostro de Aguilera en el imagotipo -parte gráfica construida- hasta la deconstrucción de nuestra bandera, gira en torno a la idea que tenía Aguilera sobre la Patria. La decisión de mostrar un Aguilera integrado gráficamente a este símbolo nacional de prima importancia está ligado a su emblemática frase: “nada tengo mientras no tenga patria”, que además en la forma isotipada -parte gráfica con textos- se utiliza como slogan de campaña.
“Precisamente Francisco Vicente Aguilera entiende el momento objetivo que vivió y según las condiciones de Cuba como nación entiende la necesidad de continuidad y ruptura, de desarmar una patria corroída por la esclavitud de la etapa colonial y aspirar a construir una nación en torno a valores diferentes”, argumenta.
– ¿Qué cualidades de Aguilera le inspiraron para el diseño de la campaña?
“Afortunadamente tuve el privilegio de diseñador-editor de la papelería de Aguilera en la prestigiosa casa editorial Ediciones Boloña, de la Oficina del Historiador de La Habana. El historiador de la ciudad de Bayamo publicó Francisco Vicente Aguilera: Proyectos Modernizadores en el Valle del Cauto; Aguilera – Aldama: papeles para entender un rompimiento, ambos en el 2018 y, Aguilera Correspondencia 1873 – 1877 este último en el presente año.
“Este proceso de acceder directamente a esta literatura me dio la posibilidad de hallar un Aguilera que intuyo pocos conocen, suelo pensar en Jucaibama y los vestigios que quedan de la construcción del obelisco aún imperecedero al paso del tiempo, y encuentro en Aguilera un símbolo de poder. Este hombre tan poderoso, rico no solo en bienes materiales sino en valores humanos, fue capaz de desprenderse de todo para morir en la más deprimente indigencia, en la tristeza del exilio, solo me lleva a pensar en un valor: el patriotismo, que pueda parecer gastado por el uso, pero quien se acerque a la vida y obra de Aguilera deducirá que en él afloran los sentimientos por esta tierra, capaces de mover las fibras más íntimas incluso de los detractores de esta patria”, destaca.
– ¿Cree que una campaña favorezca la visión de un hombre como Aguilera?
“Considero que la campaña viene siendo un medio muy necesario para la publicidad de una figura de la que poco se ha hablado y mucho más reconocimiento social amerita. Constituye una oportunidad para hacer visible la imagen gráfica de Aguilera de quien poco material fotográfico existe.
“Aunque debo destacar la brillante obra de la plástica del pintor Amaury Palacios, que ha recogido entres sus pinturas retratos a figuras históricas la imagen de Aguilera que de hecho utilicé en los posters de la campaña. De este modo también destacar la obra del ilustrador Yuri Hernando, que usaremos en la portada de la revista del bicentenario, aún en edición en estos momentos”, subraya.
– ¿Qué aportes de Aguilera se pueden encontrar en el diseño de la campaña?
“Aguilera tuvo como principal aporte, y así lo asumimos en la campaña por la vigencia de su pensamiento, una concepción de la Patria bien perfeccionada en su ideario y acción. La identidad nacional, el sentir por Cuba más que por sí mismo, es una de sus admirables cualidades que intentamos transmitir en el diseño, cuando lo vinculamos a tan importante símbolo que es la bandera.
“También el sentido del ser bayamés, empleamos su figura ligada a Bayamo en algunos soportes e incluso, el Aguilera símbolo de poder con la pintura de Amaury Palacios que se emplea en uno de los pendones de conjunto con el obelisco de Jucaibama. Así también su presencia imponente en el Retablo de los Héroes que es una imagen ampliamente difundida de identidad local”, expone.
– ¿Qué representa Aguilera para usted?
“Aguilera es para mí un hombre íntegro, completo, de una inteligencia y capacidad envidiable. Con errores humanos a cometer movido por las pasiones, pero que no le restan altura a su talla universal de patriota. No es una página de la historia patria a pasar deliberadamente, hay que detenerse en él, para comprender muchas cuestiones que ignoramos incluso de nuestra idiosincrasia e identidad, de nuestra esencia acrisolada en esos hombres de la Sociedad Filarmónica en el Bayamo del siglo XIX”, señala.
– ¿Qué le ha dejado en lo personal y profesional este trabajo?
“En lo personal me ha dejado una gran satisfacción, creo que como cubano he crecido más conociendo a Aguilera, he entendido mucho más mi historia y mi identidad. Profesionalmente estoy muy satisfecho con los resultados, los organizadores del evento me han felicitado por las artes finales del proyecto así que es muy grato haber logrado un buen Manual de Pautas y Estilos. Como mencionara antes el regocijo es mayor al cerrar una etapa de trabajo previo que hoy se consolida en una campaña de esta envergadura”, especifica.
Sin afán de creer que sus trazos son la simbiosis física y emocional más exacta lograda de Francisco Vicente Aguilera, Carlos Bruzón, con una activa participación en diseños locales de revistas, eventos y libros de alcance nacional e internacional, no oculta la satisfacción de su diseño, hecho para redescubrir las dimensiones humanas de Aguilera.
“Creo, además, que este es un merecido homenaje, más que merecido un homenaje necesario a la figura de Aguilera. Basado en las investigaciones de precedentes gráficos que personalmente siempre hago antes de encaminar un proyecto, descubrí que muy poco, para no ser absoluto, se ha hecho por Aguilera”, concluye.