Le dieron un rato y lo aprovechó. Después de pasar un día lleno de felicidad, por el nacimiento de su segundo hijo, Mateo, Lionel Messi viajó a Madrid para disputar el duelo de Barcelona contra Atlético, en el partido destacado de la tercera fecha de la Liga española.
La Pulga tuvo que esperar por su turno en el banco pero ingresó en el segundo tiempo, ya con el partido 1-1 (Fernando Torres para el local y Neymar de tiro libre), y convirtió el 2-1 con el que el equipo de Luis Enrique se mantiene en la cima con puntaje ideal.
Aunque siempre quiere jugar, el DT prefirió que Messi arranque en el banco. Y desde allí La Pulga miró los 45 minutos iniciales, en los que Atlético de Madrid y Barcelona, los dos últimos campeones de la Liga BBVA y dos de los líderes con puntaje ideal al cabo de dos fechas, no se sacaron ventajas.
Las emociones que le faltaron a esa primera etapa, llegaron en el complemento. A los seis minutos, Fernando Torres fue implacable y marcó el 1-0, tras un pase en profundidad que encontró parada a la defensa del Barsa. La recuperación llegó enseguida: a los 10, Neymar ejecutó a la perfección un tiro libre e igualó. Entonces, Luis Enrique miró al banco y vio a La Pulga. No lo dudó: dispuso su ingreso por Rakitic para dar vuelta la historia en el Vicente Calderón.
“Hemos empatado rápido, era clave. Y después ha entrado Messi. Cuando está el mejor en el campo, todos jugamos mejor”, lo sintetizó Neymar. Y, encima, el argentino se dio el gusto de festejar su primer gol en esta Liga española. Seguramente, el primero de una larga lista. (Tomado de El Clarín, Argentina)