Se trata- agregó- del empleo de microorganismos nativos de la naturaleza, de la hojarasca de los bosques, como bacterias fototrópicas, lácticas, hongos y otros agentes, que descomponen la materia orgánica y mejoran los cultivos.
Asimismo, eliminan los malos olores, las garrapatas, en el caso de la ganadería, y tienen otras aplicaciones beneficiosas.
González, quien impartió un curso sobre esta tecnología en un reciente Festival de la Tierra, efectuado en esta capital, señaló que enseñan esta técnica a campesinos y cooperativistas para que conoczacan como prepararla y la utilicen en sus fincas.
Los microrganismos nativos mencionados los reproducimos anaeróbicamente en el hogar, el campo o la finca y los combinamos con arroz, melaza y otros elementos y en poco tempo- unas semanas-, se cuenta con un producto eficaz en la agricultura o la ganaderái, sostuvo.
Gonzálex indicó, además, que a través de la Estación de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, también de Matanzas, imparten cursos sobre esta tecnología para su mayor difusión entre los hombres del campo del país.