Santiago de Cuba-. Labores de mantenimiento capital y modernización a sus principales unidades son acometidas en la Empresa Refinería de Petróleo Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba, que permitirán mayor seguridad operacional y la humanización del trabajo.
María Luisa Serrano, directora de la entidad, explicó que la inversión contó con un presupuesto de unos tres millones de pesos en moneda total, y se realizó al ciento por ciento de la estructura refractaria del horno F-101, lo cual incluyó el montaje de nuevos quemadores con un sistema automatizado.

Serrano señaló que esa unidad, con 28 años de explotación de sus maquinarias, no recibía una intervención capital profunda desde el 2006, lo que incidió en el aprovechamiento de la capacidad productiva para la que fue diseñada.

Dijo que ahora hay mayor control del estado operacional  y mejora la estructura encargada de impedir que el calor del horno se pierda hacia el exterior, y ello permite minimizar el daño al medio ambiente, mejorar la calidad del producto que se obtiene y devolver la capacidad total de diseño al horno.

También los quemadores, antes con funcionamiento manual, cuentan con un sistema de encendido automático, con mayor seguridad para los operarios, técnicos y la industria, enfatizó.

Esa industria tiene una capacidad de diseño para procesar
un millón y medio de metros cúbicos anuales del crudo, pero se encuentra limitada por la difícil situación de las importaciones del petróleo a Cuba, por lo que solo procesa unos 22 mil barriles por día”, subrayó la directiva.

Valery Novoa, director técnico de la entidad, ratificó que a partir de la remodelación se ha incorporado un nuevo sistema de combustión con una automática mucho más avanzada, que da más seguridad y confiabilidad en la explotación del equipo y para la vida de los operadores.

Así lo confirmó el operador Jorge Lazo, con 31 años de labor en la Refinería, quien refirió que hoy el trabajo implica menos sacrificio y riesgos y es más seguro para el funcionamiento de la fábrica.

En la empresa santiaguera, que atiende la demanda de las provincias orientales y Camagüey, se obtienen productos como el gas licuado de petróleo, solventes, naftas, gasolinas, diesel, gasoil de vacío, petróleo combustible y cemento asfáltico.

Ubicada en el kilómetro siete y medio de la Carretera de Mar Verde, la Refinería Hermanos Díaz comenzó su explotación en  1957 por la empresa “The Texas Company”, subsidiaria en Cuba del monopolio Texaco, y al triunfar la Revolución fue nacionalizada y encargada al Instituto Cubano de Petróleo.

El 24 de julio de 1988, en presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tuvo lugar la fundación de nuevas plantas productivas, entre ellas la unidad de refinación, donde hoy se realiza la modernización.