Se presagiaba una dura batalla y sucedió. En uno de los duelos más promocionados, Usain Bolt ganó este domingo la batalla del hectómetro ante Justin Gatlin, en Beijing, sede del XV Campeonato mundial de atletismo.

Era la resurrección del jamaicano, luego de dos temporadas mediocres, en la que su rival, el estadounidense, había tomado ventaja, además de encabezar el ranking mundial de la especialidad de este 2015.

Por supuesto, que ni el más sesudo se hubiese atrevido a vaticinar que Bolt caería en el Nido de pájaro, pero la duda estaba latente. Y no es que haya perdido credenciales para reafirmarse como el hombre más rápido del orbe, sino que el norteamericano también tenía honores para merecerlo. Por eso, había que esperar.

Ante millones de aficionados en el mundo, todos expectantes por la presentación del fenomenal corredor, Usain tomó la punta desde la arrancada y no la perdió jamás. Aún así, Justin estuvo a punto de darle alcance, pero la meta estaba cerca. Era demasiado tarde.

Bolt venció, quizá, el reto más duro de su carrera, porque ni aquellas asombrosas demostraciones en el mismo escenario que lo vio encumbrarse durante los Juegos Olímpicos de 2008, ni cuando pulverizó en el Mundial de Berlín ‘09, los récords del planeta en 100 y 200 metros, fueron tan difíciles como ahora.

El caribeño solo sacó una nariz de diferencia en su lucha con Gatlin, 9.79 segundos por 9.80, de todas formas le valió para alcanzar su tercer título en el hectómetro de estas citas, luego de imponerse en Berlín y Moscú ’13.

Completaron el podio, el canadiense Andre De Grasse y Trayvon Bromell, quienes cronometraron 9.92 s y merecieron medallas de bronce. Del quinto al noveno se ubicaron, Mike Rodgers (9.94), Tyson Gay (10.00), Asafa Powell (10.00), Jimmy Vicaut (10.00) y Bingtian Su (10.06), en ese orden.