Notable resultó la presencia de Fidel Castro y otros combatientes por los intrincados parajes de Buey Arriba, en 1958, durante la Ofensiva de verano del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, que perseguía la independencia total.

Incontables sucesos abrieron un espacio para la historia en aquel lugar, como la fecha en que el entonces poblado de Minas de Bueycito fuera el primer territorio liberado por las tropas, el 17 de noviembre, al mando del Líder histórico de la Revolución, quien despejó algunas dudas sobre la fecha en la Tribuna abierta del 30 de marzo de 2002.

De esa y otras vivencias el Museo de ese municipio montañoso atesora valiosos recuerdos, entre otros, el mulo utilizado (en estado taxidermiado) por Camilo Cienfuegos y la cama en que descansó Fidel en la zona de La Jeringa, en Bartolomé Masó.

Esos objetos forman parte de la muestra que exhibe la principal institución de Patrimonio boyarribense, desde la reapertura el 30 de julio último, que signó el fin de su segunda restauración.

Para Erneris Ballester Bacallao, especialista en Museología, “la visita de niños, adultos y personas de la tercera edad continúa siendo la principal conquista del local, con más de mil 100 objetos en su colección.

Además, la institución, que cuenta con 13 trabajadores y tiene tres extensiones (Bueycito, La Otilia y La Mesa), expone huellas de la presencia aborigen, la esclavitud y las guerras de independencia de 1868 y 1895.

“Este es un museo polivalente”, afirma con certeza Ballester Bacallao, mientras dirige la mirada hacia una pequeña compilación de los principales lauros conseguidos por varios deportistas”.

Destaca el diploma que acreditó al expelotero Marcos Naranjo Aliaga como el mejor atleta de la provincia en el 2001, luego de imponerse con la selección nacional en el Torneo interpuestos de Rótterdam (Holanda), entre otros reconocimientos alcanzados por Misael López Moreno (béisbol) y Ana López García (atletismo).

Más de tres décadas han transcurrido desde su inauguración, el 31 de diciembre de 1982, y el Museo municipal de Buey Arriba no renuncia al privilegio de guardar celosamente los principales vestigios de aquellos acontecimientos que grabaron para siempre la historia de ese terruño.