Cuando se hable del 41 Campeonato nacional de softbol femenino, que acaba de concluir en la ciudad de Manzanillo, necesariamente habrá que comenzar por la serpentinera Anisley López y la remontada que ayudó a fraguar con su elenco Villa Clara.

Tal vez, la experimentada atleta olvidó lo sucedido durante la fase regular, cuando las villaclareñas perdieron los tres juegos del compromiso particular ante sus sempiternas contrarias de Granma.

Nada que ver con la Anisley que cargó con uno de esos reveses y la que se vio luego ante las granmenses en los encuentros más importantes del torneo, al propinar par de lechadas (4×0 y 1×0), para coronar las aspiraciones de regresar al trono, junto a sus compañeras.

Así, las anaranjadas consiguieron su octavo cetro en estas justas y se consolidaron en el tercer lugar histórico, solo superadas por los 15 de Granma y las 12 de La Habana.

La otra cara de la moneda fueron las monarcas defensoras, que después de pasear la etapa clasificatoria, con 13 victorias y solo dos fracasos, no encontraron cómo descifrar los envíos de la oriunda de Manicaragua.

De todas formas, las alumnas del técnico Rafael García Causa cayeron en buena lid y mantuvieron viva la tradición del softbol para damas en la provincia, iniciada décadas atrás en esa misma región donde aconteció el certamen.

Destaque, además, para la zurda jiguanisera Yilian Tornés, digna rival de Anisley en la discusión del título, que con siete triunfos en el segmento inicial, se consolidó como una de las mejores softbolistas del país.

Entretanto, las santiagueras completaron el podio, arrebatando las medallas de bronce al anterior ocupante de esa plaza, Guantánamo; mientras Holguín y La Habana, en ese orden, cerraron la tabla de posiciones.

La ceremonia de premiación también incluyó la despedida oficial de los diamantes a la campechuelera Yanitza Avilés Fleita, una de las jugadoras granmenses que encumbró al softbol femenino granmense y, por muchos años, integrante de la selección nacional.