NAGASAKI, Japón-. Nagasaki, una ciudad en el suroeste de Japón, conmemoró hoy el 71° aniversario del bombardeo atómico que sufrió, en medio de llamados de la gente común en Japón para que se reflexione sobre la historia de agresión del país.
En el evento anual, realizado en el Parque de la Paz de la ciudad, una vez más faltó una disculpa a los vecinos de Japón por los crímenes de guerra cometidos por el Ejército Imperial de Japón y tampoco se reflexionó sobre la historia militarista de invasión de Japón.
Nagasaki fue atacada con la bomba atómica el 9 de agosto de 1945. Tres días antes, Hiroshima había sido blanco de un ataque similar. Estados Unidos lanzó las dos bombas para acelerar la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Japón fue un gran agresor que lanzó guerras de agresión contra China, países del sudeste de Asia y Estados Unidos en las décadas de los 30 y 40. Seis días después del bombardeo contra Nagasaki, Japón se rindió ante las Fuerzas Aliadas
Al reflexionar sobre la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, Tokio siempre se ha enfocado en la tan pregonada victimización de Japón, evadiendo el hecho de que la causa de raíz de los bombardeos de Estados Unidos fue la agresión militarista y la brutal violencia de Japón contra otros países.
La mayoría de los japoneses desconocen la historia militarista de invasión del país.
En el evento de hoy, Tomihisa Taue, alcalde de la ciudad de Nagasaki, pidió al gobierno consagrar en la ley sus Tres Principios Antinucleares de no posesión, no producción y no autorización a la introducción de armas nucleares en su territorio.
El representante de los sobrevivientes del bombardeo atómico, Toyokazu Ihara, quien tenía nueve años de edad cuando ocurrió el bombardeo en Nagasaki, habló en la ceremonia. Pidió al gobierno abolir los controvertidos proyectos de ley de seguridad que son contrarios a la Constitución pacifista del país y abandonar la dependencia del poder nuclear de Estados Unidos.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, un revisionista y nacionalista de línea dura, también asistió a la ceremonia y pronunció un discurso. Cuando subió a la plataforma, se escucharon gritos de enojo entre la multitud que decían “¡Abe fuera!”.
Abe no mencionó los antecedentes históricos ni la causa de raíz de los bombardeo atómicos, ni ofreció una disculpa por las atrocidades de guerra cometidas por el Ejército Imperial de Japón.
Cientos de personas y varios grupos civiles japoneses se reunieron en torno al Parque de la Paz para protestar contra la asistencia de Abe a la ceremonia y criticaron a Abe por su errónea visión de la historia y por las políticas equivocadas, entre las que están nuevos proyectos de ley sobre seguridad.
“Nos oponemos con firmeza a los proyectos relacionados con la seguridad”, “Retire las iniciativas de guerra”, gritaban los manifestantes, quienes también llevaban carteles.
Un ciudadano de la prefectura suroeste de Miyazaki, Asai Ryunosuke, comentó a Xinhua que “la visita del primer ministro Abe a Nagasaki es un insulto para las víctimas de guerra en Japón y Asia”, “sus abusos sobre la memoria de la paz son intolerables”.
Ryunosuke responsabilizó a la administración de Abe de no ofrecer una disculpa ni reflexionar sobre la guerra de agresión. “En absoluto piensa que la guerra esté mal”, añadió.
La administración Abe presentó políticas que incluyen iniciativas de ley sobre seguridad que podrían provocar guerras, adoptó una actitud hostil hacia algunos países de Asia, incluida China, y ha dado mucha publicidad a la “teoría de la amenaza”, así como al “sentido de crisis”, con el fin de buscar excusas para hacer preparativos de guerra, afirmó.
Al referirse a un enorme arsenal de materiales nuclear con grado de armas en Japón, Ryunosuke dijo que la intención de Japón de producir armas nucleares es absolutamente clara a pesar de la afirmación de la administración Abe de abandonar las armas nucleares.
Respecto a la historia de agresión de Japón, comentó que las escuelas japonesas no les enseñan a los estudiantes sobre eso; la prensa japonesa, por su parte, se enfoca en el sufrimiento de Japón en la guerra. Como resultado, la mayoría de los japoneses desconocen la historia militarista de invasión del país.
“Muchos japoneses saben que Japón sufrió mucho en las guerras, pero no saben que sus vecinos asiáticos fueron victimizados por la brutal agresión y régimen colonialista de Japón”, declaró.
Un ciudadano de la prefectura suroeste de Fukuoka, Kitahara Hiroki, también condenó el revisionismo histórico de Abe, y señaló que millones de personas en Asia murieron en las guerras emprendidas por Japón y que la verdadera razón de la tragedia de Nagasaki está en la guerra de agresión japonesa.
Japón se ha adherido a su tradición de pacifismo de posguerra para evitar errores en el futuro, pero “Abe está haciendo exactamente lo opuesto” con el objetivo de librarse del sistema de posguerra y acabar fundamentalmente con la forma social de posguerra en Japón, indicó.
“Modificar la Constitución pacifista de Japón ahora está contemplado en la agenda”, señaló Hiroki, quien subrayó: “Me opongo resueltamente a la asistencia de Abe a la ceremonia de hoy”.