Sonrisa amplia y sonora, ojos asiáticos y nariz conga en cuerpo pequeño y ágil, como los pensamientos, las palabras rimadas y la opinión certera para definir cualquier proceso cultural que enriquezca la Revolución, son los vocablos con los que intento esbozar la imagen del poeta Nicolás Guillén.
Atravesé el Caribe cuando apenas tenía cinco años, en un barco de papel, acompañada por dos sapos como tripulación y toda suerte de güijes, hadas, personajes misteriosos y animales salvajes. Gracias al encanto de las rimas aprendí de sazones, de secretos, de picardía. ¨Por el mar de las Antillas anda un barco de papel¨ fue el regalo que escribiera Guillén para su bisnieto y sin querer me hizo navegar.
Un descubrimiento de aquel hombre considerado el máximo representante de la poesía negra centroamericana, por su obra ligada a la cultura afrocubana, le regalaba en esta oportunidad a niños y niñas: su lírica.
Recibe en la XXII Edición de la Fiesta de la Cubanía un homenaje especial quien naciera en Camagüey en 1902 y muriera en La Habana en 1989, considerado Poeta Nacional de Cuba.
Muchas son las formas de honrar, entre estas el documental estrenado en esta ciudad Nombre común: Nicolás, del realizador manzanillero Ernesto Bosch, a propósito del aniversario 55 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, de quién Guillén fuera su primer Presidente, organización de la vanguardia artística en la que dejó indeleble su impronta.
Buenos días Fidel, un título icónico de Guillén, fue presentado este miércoles en el Museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes.
Una estatua a tamaño natural en cera policromada del pequeño gran poeta, orador, cubano, amigo, amoroso abuelo y patriota, será develada este jueves 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana en el Museo de Cera de Bayamo, único de su tipo en Cuba.
Nicolás Guillén es difícil de encasillar como intelectual, su obra política desde las letras como tipógrafo y luego como periodista se encauzó por la senda de los desposeídos para exigir justicia en la República.
Desde 1925 instalado en La Habana participa activamente en la vida cultural y política de protesta, lo que le supuso breves arrestos y períodos de exilio en varias ocasiones. En 1937, cuando había publicado ya sus primeros tres libros, ingresó en el Partido Comunista de Cuba, fundado por su amigo y también poeta Rubén Martínez Villena, y participó en el célebre Congreso por la Defensa de la Cultura, realizado en Valencia en plena Guerra Civil española, donde conoció a Pablo Neruda, Rafael Alberti, Federico García Lorca y su obra alcanzó difusión europea.
En 1956 sale al exilio por su actividad política y regresa en 1959 al triunfo de la Revolución.
La poesía de Guillén tiene un fuerte compromiso con la raza humana, en defensa de lo antillano y de nuestra identidad, ajiaco de procedencia africana, ibérica, caribeña, asiática. Sus versos tienen un peculiar sentido rítmico como versa en Ayé me dijeron negro, de Motivos de Son(1930)
Ayé me dijeron negro
pa que me fajara yo;
pero e’que me lo desía
era un negro como yo.
Tan blanco como te bé
y tu abuela sé quién é.
Sácala de la cosina,
Mamá Iné.
Mamá Iné, tú bien lo sabe,
Mamá Iné, yo bien lo sé;
Mamá Iné te llama nieto.
Mamá Iné.
Vívida expresión del mestizaje, su obra denunció el contexto social y político de opresión y servidumbre que sufría el pueblo cubano en la República. Su poesía en los inicios estuvo caracterizada por la fonética afrocubana que más tarde abandonó para desmarcarse de la tradición oral folclórica. Luego incorpora la protesta política y antiimperialista, orientándose hacia una cólera militante y comprometida con el hombre.
Una obra inmensa, no tan citada, al decir del realizador audiovisual Ernesto Bosch, pero si referente , cubana, digna y con total vigencia. Una vida a la que te puedes acercar en el documental que se estrena en Bayamo como homenaje a ese hombre profundamente comprometido con la obra emancipadora que se inició el 1ro de enero de 1959.