Dicen que algunas veces los sueños de niños se hacen realidad, y de ello puede dar fe el manzanillero Ernesto Martínez Robles, quien en su infancia se maravillaba escuchando el radiotocadisco de su casa y fantaseando con los personajes de las aventuras radiales.
Martínez Robles era un fiel oyente, y cuando siendo mayor supo donde estaba ubicada la emisora de la ciudad, iba a ver como se realizaban allí los programas.
Su amor por este medio de difusión era tan grande que en 1976 logró convertirse en locutor y materializar el anhelo de esparcir su voz por el éter, gracias a las puertas que le abrió Radio Granma.
“Vi en la locución la oportunidad de entrar y luego con la práctica y el aprendizaje me convertí en plantilla fija de la emisora.
“Lo primero que hago son programas variados y dentro de ellos el que primero realizo es A ritmo de órgano. Posteriormente me desempeño también como director de programas, aunque por necesidades de la planta me he dedicado últimamente más a la dirección que a la locución.
“Actualmente conduzco la prestigiosa revista informativa Radar 1590 y dirijo programas de participación y musicales.
“Dentro de la dirección disfruto la sonorización, guiar al locutor y evaluar cómo se proyecta y comunica, porque ellos son el puente con el público”.
Entre los momentos más importantes de su vida está su colaboración con una emisora internacionalista cubana en Etiopía, donde hacían programas para que los combatientes mantuvieran un nexo con la tierra lejana.
También tuvo el privilegio de impartir conferencias en Radionacional Venezuela y participar en un Congreso Mundial de la Radio Comunitaria en Nicaragua.
En los 40 años de trabajo lo prestigian reconocimientos como artista de mérito de la radio cubana, la nominación al premio nacional de la radio, el galardón a la excelencia artística de la radio en Granma y el premio Bayamo 2016, conferido recientemente y el cual motivó esta entrevista.
“El premio Bayamo reconoce la labor artística, el patriotismo, la consagración, la cubanía. Es un lauro que pertenece a muchas personas, sobre todo a los radioyentes”.
Con respecto a la locución refiere que le ha permitido comunicarse, crecer y relacionarse mejor con las personas.
“El locutor debe tener presente que es un personaje público y actuar como tal. Debe ser una persona bien actualizada en el ámbito informativo, cultural, económico y político, además de ser un estudioso del entorno que lo circunda.
“A los nuevos locutores les aconsejo que sientan amor por lo que hacen y no dejen de superarse. Eso lo he aprendido en mi gran escuela y en la de muchos (Radio Granma)”.
Allí Martínez Robles se ha desarrollado y ha hecho realidad el anhelo de aquel niño que soñaba con un día esparcir su voz en el éter.