Un provechoso intercambio sobre el desarrollo de la cirugía en Cuba y el mundo, la introducción de alta tecnología y la actualización de nuestros códigos y protocolos de trabajo, pero también sobre aspectos éticos, bioéticos e históricos, de gran importancia para la especialidad, promete ser el XIII Congreso cubano de Cirugía Profesor Eugenio Selman-Housein Abdo in Memoriam, que inicia sus sesiones de trabajo hoy en el Palacio de Convenciones de La Habana.
A la cita —dedicada además a los profesores Gilberto Pardo Gómez, Julio Font Tiú, Gerardo de la Llera Domínguez y José Miguel Goderich Lalán, y que acogerá también el Simposio Regional de la Federación Latinoamericana de Cirugía (Felac)— asisten, de acuerdo con el comité organizador, unos 300 delegados cubanos de todo el país, y un gran número de participantes de una veintena de naciones, tanto de la región, Europa, como Estados Unidos, «con personalidades de primera línea en la especialidad», señaló el doctor Eduardo José Molina Fernández.
La cirugía oncológica con énfasis en el cáncer de mama, las disímiles problemáticas de las hernias abdominales, la cirugía del trauma, las nuevas técnicas para la cirugía torácica, particularmente de pulmón y esófago, así como las lesiones de las vías biliares, forman parte de las temáticas del amplio programa científico de este evento, destacó el doctor Domingo Pérez González, miembro de la comisión científica del congreso.
A ello se suma, señaló, otros aspectos de particular actualidad dentro de la rama, como la cirugía geriátrica y el desafío que representa la intervención quirúrgica en personas cada vez más añosas y la cirugía de mínima estadía y las ventajas que tiene para la reinserción más rápida del paciente a su vida cotidiana.
En el encuentro, dijo, habrá espacio además para la educación médica, un aspecto esencial para la preparación del cirujano con las nuevas herramientas contemporáneas; y para otros tópicos no habituales como los cuidados paliativos y la información al paciente con cáncer. «A menudo predomina la idea de que el cirujano siempre va a poder extirpar, por ejemplo, el tumor. Hay que prepararnos para entender que muchas veces el cirujano va a curar, pero otras solo podrá aliviar, y a veces solo acompañar al paciente hasta el final de la vida».
Previos a este evento se realizaron en todo el territorio nacional durante el último año un total de 24 cursos, con el propósito de aumentar la participación de los cirujanos cubanos en actividades científicas relacionadas con el congreso; que tuvo además de antesala este lunes seis importantes cursos precongresos en temáticas actuales de la cirugía, apuntó el doctor Orestes Noel Mederos Curbelo, miembro de la junta de gobierno de la Sociedad Cubana de Cirugía.
Alrededor de 750 ponencias y más de 20 conferencias magistrales, avalan el potencial científico con que contamos los cirujanos cubanos para intercambiar y debatir en esta cita, expresó el doctor Carlos Alberto Romero Díaz, presidente de la Sociedad Cubana de Cirugía en La Habana, quien precisó que el congreso abrirá con dos conferencias magistrales relacionadas con la historia de la formación de los cirujanos en Cuba, y el rol del cirujano en la definición de protocolos para el manejo de casos y el análisis de la práctica.
En honor a los 100 años del natalicio del eminente cirujano José Antonio Presno Albarrán, se presentarán los primeros dos tomos, de un total de VI, de un tratado de patología quirúrgica, que será entregado a los participantes.
Sobre una de las principales fortalezas y a la vez reto que tiene la cirugía cubana: la formación de los nuevos cirujanos, la doctora Martha Esther Larrea Fabra puntualizó que el método clínico, el cual la escuela de medicina cubana sigue defendiendo, forma parte también del debate. «No se trata de estar en contra de la tecnología y los estudios de punta, sino de no perder de vista la importancia de enseñar a nuestros residentes que lo primero es tocar y evaluar al paciente».