Nueva dinámica y sostenidos resultados en destilería bayamesa

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Por Luis Morales Blanco | 20 marzo, 2017 |
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En la planta de bióxido de carbono, María, a la derecha en la foto, comprobando los procesos FOTO/ Armando Yero

Los trabajadores y técnicos  de la  Destilería,  de  la Unidad de derivados  Granma, asentada en el poblado bayamés de Mabay,  sobrecumplieron   sus planes productivos correspondientes a enero y  febrero, y lo van logrando en marzo.

Ello da continuidad  a los  logros de 2016  cuando  excedieron sus propósitos de fabricación de alcoholes diversos  y como   botones  de muestra: exportaron  78 mil hectolitros de alcohol  de alta calidad y le suministraron a  la empresa Cuba Ron Santiago para la fabricación del famoso  Havana Club.

Hace más de un lustro, los resultados, logrados a golpe de voluntad y talento, obedecen a una unidad proverbial entre la administración, la masa de obreros y técnicos y su sección de base del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros.

La masa obrera atribuye los éxitos al liderazgo de María Alejandra Rodríguez  Chávez, su directora; pero ella insiste  en que la clave radica en el trabajo mancomunado, bajo la premisa de producir con la máxima calidad.

De ahí  los  amplios resultados sindicales y profesionales, de sus innovadores y racionalizadores,  y el trofeo Álvaro Reynoso a la excelencia técnica en  la rama azucarera que atesoran.

En Cuba hay 12 destilerías, la bayamesa descuella  entre las principales.

Todo ello, es posible por muchísimas razones, entre estas porque el laboratorio  y los químicos son verdaderos fiscales de la calidad de las materias primas, mieles, la producción de siete tipos de alcohol, incluidos el doméstico y para uso médico;  de las levaduras sacharomyce y torula, y la obtención del bióxido de carbono (CO2),  aditivo para uso alimentario.

Si el visitante tiene la suerte de ser acompañado por Alejandro Castillo Milanés, jefe de producción,  o por cualquier miembro del consejo de dirección, el recorrido se convierte en un  verdadero ejercicio didáctico.

Todos están muy complacidos con los cambios estéticos y funcionales, de las modestas inversiones realizadas cada año; Antonio Enamorado, jefe de planta de ron, asevera que las viejas  edificaciones dan paso a locales confortables: envasado,   añejamiento, el área socioeconómica, la  de despacho  y todos afirman que María le imprimió una nueva dinámica a  los procesos de dirección y de producción.

 

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