La Habana, – Cuando hoy día en no pocos países, incluso industrializados, algunas legislaciones laborales perjudican a la clase obrera y a la mujer, Cuba afianza su política de poner en el centro de su atención al ser humano, como lo demuestran regulaciones que entraron en vigor este viernes.
Se trata de los Decreto-Leyes No. 339 y 340 y de cuatro resoluciones, publicados ya en la Gaceta Oficial y referidos a la maternidad de la trabajadora y al otorgamiento de licencias por ese hecho y prestaciones sociales, cuyo contenido estimula la fecundidad, la incorporación y reincorporación de la mujer al trabajo y la participación de otros familiares en el cuidado y atención de los menores.

Asimismo se dispone de un nuevo tratamiento para el pago por los servicios en los círculos infantiles y seminternados a las madres con dos o más hijos, medida por la cual se reduce en un 50 por ciento esa bonificación fiscal.

Al abundar en el otorgamiento de plazas para círculos infantiles por las comisiones municipales correspondientes, María de los Ángeles Gallo, directora nacional de Educación Preescolar, dijo hoy en un encuentro con la prensa que este último proceso se hará mensualmente y no como sucedía,  por lo general antes de comenzar el curso escolar.

Aclaró que ello no quiere decir que de la noche a la mañana el país pueda satisfacer la alta demanda de solicitudes de capacidades de esas instituciones infantiles, por lo cual se priorizarán determinados sectores, de acuerdo con las necesidades económicas y sociales de cada localidad.

Yusimí Campos, viceministra de Trabajo y Seguridad Social; y Adalberto Carbonell, director general de Política Fiscal del ministerio de Finanzas y Precios, coincidieron en destacar que la aplicación de estos decreto-leyes y resoluciones presupone mayores gastos del Presupuesto del Estado.

Pero es una reafirmación del humanismo de la Revolución la cual, en medio de limitaciones financieras, no escatima esfuerzos en la elevación de la calidad de vida de la población, en proteger a los más necesitados, sin olvidar tampoco a quienes laboran en el sector no estatal, precisó Campos.

Las nuevas normas jurídicas están en correspondencia con la política del país de enfrentar los altos niveles de envejecimiento poblacional y estimular la fecundidad, y a su vez se corresponden con lo proyectado en el Lineamiento 116 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Algunos artículos devienen modificaciones a anteriores legislaciones, y ahora amplían y establecen nuevos derechos.

Por ejemplo, la madre puede incorporarse al trabajo antes que el niño arribe al primer año de vida y simultanearse la prestación social con el salario;  y para ello también se regula la opción de que además del padre trabajador, los abuelos reciban la prestación social para el cuidado de ese menor hasta que cumpla su primer año de vida.

El Decreto Ley No. 339 dispone a su vez el derecho al disfrute de las prestaciones monetarias por maternidad,  para las trabajadoras cuya relación laboral sea a través de contratos por periodos superiores a un año.

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