Nuevo espacio de intercambio cultural en Galería de Arte en Manzanillo

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Por Denia Fleitas Rosales (Radio Granma) | 12 abril, 2016 |
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Artes
FOTO / Marlene Herrera

Manzanillo-. La exposición El Grito, un pretexto de los artistas noveles y consagrados de las artes plásticas manzanilleras para clamar por el redespertar de esta manifestación en la urbe golfeña, fue antesala en la noche anterior de la inauguración de la peña El Cocuyo en la Galería de Arte Carlos Enríquez. 

Diez piezas pictóricas que rinden homenaje a la obra de igual nombre del expresionista noruego  Edvard Munch, van desde la técnica mixta, la impresión digital, grafito sobre cartulina, acrílico sobre lienzo, pulpa de papel, y “sin apartar las vivencias psicológicas de la creación de Munch, se convierte en punto de partida para constatar el nivel de estímulo-reacción”.

Así, Grito interior, Alucinando, El trabajo hace libre, Una repetida manera de gritar, Hacia dentro, Máculas de rabia, Grito, Clamor, Penetración frente al espejo, La máquina de fango, llegan también “como un arma de lucha” desde el arte ante la situación constructiva de la Galería que reduce las posibilidades de exposición y encuentro para promover este.

Junto a  Wilfredo Milanés Santiesteban, responsable de la idea expositiva original, respondieron al llamado su hijo Abdel Milanés Pérez, Jesús Dieguez Fiallo, Carlos Escala Fernández, Jorge Martín Ochoa, Catherine de la Paz Herrera, Liober Rodríguez Guerra, Reynaldo Machado Rodríguez, Yosbani Hechavarría Tamayo y Yunior Toledano Cedeño.

A través de la expresión con el color, las líneas y formas, la modelación, catalizaron su juicio como bienvenida al primer espacio de intercambio de la Galería, que los segundos domingos de cada mes abrirá sus puertas para conversar, analizar, reflexionar, sobre la realidad del arte, como explicó Reynaldo Machado, director de la institución.

Wilfredo Milanés, consagrado a la escultura monumental, el arte escultural de salón, fue también el protagonista de esta primera entrega de la peña para reconocer los 35 años de su vida artística ininterrumpida, que le avalan múltiples reconocimientos como el Pergamino de la ciudad de Manzanillo, el Premio Bayamo y el Casa natal de Celia Sánchez que se entrega en Media Luna.

Allí, trascendió su esencia, donde “el ser humano es leitmotiv de las obras, el hombre centro de cada pieza y del mundo, incluso en las mínimas incursiones en lo abstracto he insinuado eso, porque el hombre es el centro de todo a partir de que somos los que creamos todo a nuestro alrededor”, aseguró.

El Cocuyo, cuyo slogan es sólo hay luz en la virtud, tal como reveló en esta noche inaugural, llega desde la trova, las artes plásticas y las vivencias de los creadores manzanilleros a iluminar, a propiciar un punto de encuentro entre manzanilleros y manzanilleras, artistas aficionados y profesionales, con las artes plásticas y la cultura.

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