Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá hoy en la Casa Blanca al papa Francisco, quien realiza una visita pastoral que se extenderá hasta el próximo domingo. Presumiblemente, Obama y Francisco -quien arribó la víspera proveniente de Cuba en el décimo viaje, y el más largo, de su episcopado- dialogarán sobre temas como las nuevas relaciones entre Washington y La Habana, el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, la inmigración y el cambio climático.
En el jardín de la sede presidencial se congregarán unas 15 mil personas para una ceremonia junto a Su Santidad.
Analistas consideran que el mandatario norteamericano acaso encuentre un importante aliado en el Papa, quien defiende posturas cercanas a las suyas con respecto a la desigualdad y discriminación en la sociedad, migración -cuya reforma mantienen estancada los republicanos- y la responsabilidad humana en el calentamiento global.
Asimismo, el Papa -líder espiritual de unos 75 millones de estadounidenses- ha proclamado el perdón para mujeres que han abortado y se arrepienten, y ha manifestado mayor comprensión hacia la comunidad homosexual, lo que constituye un giro grato a la administración y, por supuesto, mal visto por sus adversarios más conservadores (católicos o no).
Luego del encuentro con Obama, irá a rezar junto a cientos de obispos de Estados Unidos en la Catedral de St. Matthew y más tarde oficiará la ceremonia en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción para canonizar al fraile español del siglo XVIII Junípero Serra, fundador de las primeras misiones católicas en el estado de California.
La víspera, líderes de tribus indígenas protestaron en esta capital y calificaron de “brutales e inhumanas” las políticas evangelizadoras de Serra -beatificado hace 27 años por Juan Pablo II- y los soldados españoles, que llevaron al arrinconamiento de su cultura y tradiciones, así como a la extinción de mucha de su gente.
“No a la canonización de Serra”, se leía en una gran pancarta durante la rueda de prensa de portavoces indígenas en las inmediaciones de la iglesia católica de Plymouth, en Washington.
Este martes, Francisco fue recibido en la base militar de Andrews, estado de Maryland, por el presidente Obama, la primera dama, Michelle, y sus hijas, así como por representantes del clero católico norteamericano y cientos de fieles que lo aclamaron tras unas vallas.
A continuación, el visitante se trasladó en un pequeño Fiat 500L hasta la Nunciatura Apostólica, misión diplomática de El Vaticano en Washington, adonde seguidores se acercaron para saludarlo.
Más temprano el martes, el Papa finalizó una intensa visita pastoral a Cuba con una misa en el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre y un mensaje de unión dirigido a las familias.