‘Reportes extremadamente preocupantes sugieren que la población y la infraestructura civiles han sido blanco durante las últimas dos semanas de ataques, en franca violación de las leyes internacionales humanitarias, en la suroccidental localidad portuaria’, advirtió en un comunicado desde Ginebra, sede de su oficina.
Yemen sufre un intenso conflicto, que escaló en marzo de 2015, entre los rebeldes chiitas de la tribu huti y tropas leales al presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, apoyadas por una coalición sunita que lidera Arabia Saudita, la cual ejecuta devastadores bombardeos responsables de víctimas inocentes y daños a la infraestructura vital.
Según Zeid, no menos inquietud genera que los insurgentes y el Gobierno dicten instrucciones opuestas a la población, porque los primeros le piden no abandonar sus hogares en Al Mokha y los segundos la instan a evacuarse.
En uno de los incidentes, el 22 de enero, 11 civiles perdieron la vida y cuatro resultaron heridos en una casa destruida por un bombardeo, dijo el funcionario, quien se hizo eco de informes que reflejan más de 200 viviendas impactadas por las incursiones aéreas y el uso de francotiradores por los huti para mantener a los habitantes dentro de la ciudad.
Asimismo, indican que las fuerzas progubernamentales tomaron el control de la urbe, agregó.
Zeid manifestó su temor de que la misma situación de Al Mokha se repita en la cercana localidad, también portuaria, de Al Hudaidah, sometida ya intensos bombardeos aéreos.
La crisis humanitaria de Yemen pudiera empeorar aún más, pese al ya catastrófico escenario, si el puerto de Al Hudaidah sufre serios daños, una de las puertas de entrada clave para el país, subrayó.
Naciones Unidas estima que el 80 por ciento de la población del país de la península Arábiga, unas 20 millones de personas, necesita algún tipo de asistencia.
El alto comisionado para los Derechos Humanos recordó que los estimados señalan a 12 millones de yemenitas azotados por la hambruna, con una cuarta parte de ellos, incluyendo dos millones de niños, afectados por una desnutrición aguda.
‘Los seres humanos en Yemen sufren una situación calamitosa creada por el hombre, que implica vivir bajo constante temor a la violencia, la muerte, la destrucción y el hambre’, lamentó Zeid, quien reiteró su llamado a las partes a proteger a los civiles.
Hasta el momento han fracasado todas las acciones de la ONU y la comunidad internacional dirigidas a detener el conflicto, enmarcado en el enfrentamiento entre las potencias regionales Arabia Saudita, que apoya al gobierno de Hadi, e Irán, que respalda a los rebeldes chiitas.