Pago de la deuda cubana: un camino básico para el desarrollo

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Por Agencia Cubana de Noticias (ACN) | 18 abril, 2016 |
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José Luis Rodríguez García En el paquete de transformaciones aprobado por Cuba hace cinco años se estableció como prioridad a corto plazo eliminar el déficit de la balanza de pagos, sobre todo mediante el estricto cumplimiento de la deuda externa, un aspecto que a lo largo de este quinquenio logró avances significativos.

De acuerdo con José Luis Rodríguez García, asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), la negociación y devolución de los préstamos resulta una de las medidas en que más se ha progresado en la implementación de los Lineamientos socioeconómicos, en marcha desde 2011 tras amplio debate popular.

Este paso es clave para que el país pueda asegurar una mayor credibilidad y confianza en la arena internacional, y con ello obtener créditos y estimular la inversión extranjera, en pos de transitar hacia un desarrollo sustentable en un futuro cercano, que repercuta en el consumo interno.

Las cuentas así lo indican. Para que la economía cubana ascienda a tasas más dinámicas es necesario que crezcan los actuales niveles de acumulación (12 por ciento), solo posible a través del acceso a financiamientos externos a largo plazo y por la vía de los negocios con capital foráneo.

Pero serían caminos difíciles si Cuba no hubiese iniciado el proceso de renegociación de su deuda soberana, pagos que, salvo casos puntuales, estuvieron atrasados por décadas a causa de la compleja situación que enfrentó la Isla luego de los años 90, con la pesada carga además del bloqueo norteamericano.

Este quinquenio ha sido testigo de los exitosos acuerdos alcanzados con Rusia, Japón, México y el Grupo Ad-Hoc del Club de París, y también de varios pactos bilaterales con integrantes de ese foro, como España, Francia, Holanda y Austria.

En el caso de la deuda con la antigua Unión Soviética se concertó la cancelación del 90 por ciento y el pago restante a 10 años en condiciones favorables; mientras que la del Club de París se condonó en un 70 por ciento, a liquidar durante 18 años en cuotas gradualmente crecientes, sin pagos de intereses hasta 2020.

Según datos compartidos por el especialista del CIEM, se estima que la Antilla Mayor ha desembolsado 19 mil 206 millones de dólares en los últimos cuatro años por concepto de servicio de la deuda, lo que en 2015 representó el cinco por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).

El capítulo abierto tras ese cambio en la política económica de la Isla ya se percibe en el presente calendario, cuando se pronostican devoluciones por casi cinco mil 300 millones de dólares, y se espera retomar créditos por una cantidad superior (el 23 por ciento más).

Otro fruto del clima de confianza generado por el país se refleja–a juicio del investigador- en el préstamo que otorgó Rusia por mil 200 millones de dólares para la rehabilitación de centrales termoeléctricas y otros objetivos priorizados,  y el anuncio de la creación de un fondo de inversiones con vistas a ampliar los negocios mutuos.

También vale destacar que en diciembre último la reconocida agencia calificadora de riesgos Moody’s mejoró, por primera vez, la evaluación crediticia de Cuba de estable a positiva, y entre las razones anotó su favorable desempeño a nivel macroeconómico.

Si bien honrar los montos vencidos implica un gran esfuerzo a corto plazo, abre un nuevo escenario que deberá aprovechar la economía nacional, necesitada de incrementos del PIB superiores al cinco por ciento para recuperar, en un considerable periodo de tiempo, sus capacidades productivas y asegurar el desarrollo sostenible.

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