Paisaje citadino

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Por Orlando Fombellida Claro | 26 junio, 2017 |
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Plaza de la Revolución, en el Centro Histórico Urbano de las ciudad de Bayamo FOTO/Rafael Martínez Arias+

Paisaje de mi ciudad, constituyó el tema de un reciente taller técnico de la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), en la provincia de  Granma, sur oriente de Cuba.

La convocatoria a su realización tuvo tal aceptación, que en el salón de reuniones de la sede de esa organización, en la calle Martí, de Bayamo, con capacidad para unas 60 personas sentadas, no quedaron butacas vacías.

Es que los especialistas de Planificación Física, Arquitectos de la Comunidad, Unión Eléctrica, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Centro de Información y Gestión Tecnológica (Ciget) y de la Empresa de Construcción y Montaje, asistentes, sienten un amor infinito por la Ciudad Monumento Nacional y es grande la preocupación por su salud y fisonomía.

El patrimonio edificado en la parte antigua de la ciudad, no solo en el pequeño Centro Histórico Urbano (CHU), es bajo, sus calles estrechas y sin árboles, por lo tanto, recorrerlas a pie, desde que el sol sube un poco hasta que se oculta, y hacerlo sin sombrero, sombrilla, camisa o blusa de mangas largas, es arriesgarse a sufrir insolación.

Ese asoleamiento “afecta la piel de las personas y de los inmuebles”, opinó la arquitecta Dunia Gil Mayedo; su colega Alfonso Carulla expuso que falta un sistema de gestión para la conservación de esa riqueza y lamentó la utilización de áreas verdes, en el reparto Antonio Guiteras, para erigir viviendas.

Los participantes concordaron en que no solo el paisaje urbano de la capital granmense, sino el de toda Granma, desde el punto de vista urbanístico es residual, comprobable al mirar para los lados cuando se transita por carreteras locales.

Con un duro vocablo calificó una asistente el enchapar los separadores centrales de algunas avenidas bayamesas, por ejemplo, la Felino Figueredo.

El Doctor en Ciencias Botánicas Luis Catasús Guerra señaló que toda arboleda urbana  requiere de programa  de siembra, poda y tala sanitaria.

La mañana les resultó poca a los participantes, para decir lo que desean sobre el tema, pero fue suficiente para llegar a consenso en lo siguiente: en tanto organismos vivos, los árboles tienen un ciclo de vida que en algún momento termina, pero en particular en las ciudades, su eliminación debe hacerse con ciencia y conciencia.

También, que en la provincia hay personal con mucha competencia en la temática abordada, que si se le consulta, pide criterios, con gusto los darán y serán de mucha valía.

Desde antes de 1998, año en que se festejó el 485 aniversario de la fundación de la villa San Salvador,  se han realizado muchas tareas para conservar el patrimonio edilicio de la  urbe  y embellecer su fisonomía, que tuvieron su punto más alto al calor de su aniversario 500,  en 2013,  y continúan.

Pero es preciso que cada nueva acción sea bien pensada y sopesada para, en caso de ser inevitable tenga algún impacto negativo, sea el menor posible, en bien de la ciudad y sus moradores actuales y por venir.

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  1. Gracias Orlando Frombellida por divulgar estos temas urbano-ambientales que constituyen una preocupación permanente de muchos de los profesionales de Granma. La necesidad de organizarnos mejor, encontrar espacios de encuentro y debate y hacer llegar nuestros criterios especializados a los decisores para apoyar el nuevo renacer constructivo y de la calidad de la imagen urbana de los territorios deben estar en el centro de las preocupaciones y ocupaciones de los afiliados de la UNAICC.