Paraíso para la conservación (+ fotos)

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Por Annerys Isabel Arias Rodríguez | 14 enero, 2019 |
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FOTO/ Rafael Martínez Arias

Una amplia explanada, ubicada en la comunidad de El Congo, rodeada de árboles de bambú y palmas, junto a dos lagunas, acogen el Zoocriadero de Cocodrilos, de la ciudad de Manzanillo, segunda institución de su tipo más grande de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna.

Yudy Aguilera Sarduy, la directora, comenta que la misión es proteger y conservar la especie Acutus, más conocida como cocodrilo americano; preservarlos, comercializarlos y en un futuro vender la carne para el desarrollo del turismo.

 

Una amplia explanada, ubicada en la comunidad de El Congo, rodeada de árboles de bambú y palmas, junto a dos lagunas,…

Publicada por La Demajagua en Lunes, 14 de enero de 2019

 

La empresaria comenta que, excepto los lunes, la institución abre sus puertas a los clientes entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde.

“El colectivo lo integramos 52 personas, mientras que el cuidado de los reptiles está a cargo de compañeros que se adiestran permanentemente para un eficaz desempeño.

Aguilera Sarduy dice que al concluir la capacitación comienzan a trabajar en compañía de un tutor hasta que demuestren que dominan todas las medidas relativas al oficio.

Además, sustentan un vínculo especial con la sociedad porque ha servido como fuente de empleo para los pobladores de las comunidades cercanas, junto al trabajo educativo en centros escolares y para la realización de tesis y diplomados en las universidades.

Alberto Sánchez Castillo es quien imparte en las escuelas de la comunidad de San Francisco el tema de la educación ambiental, y no solo abarca el cuidado de los reptiles, sino todo lo vinculado al Medio Ambiente.

Desde el año 1991 se comenzó el fomento de la finca cocodrilera enclavada en el Refugio de Fauna Humedales de Manzanillo a partir de dos envíos de animales desde la Ciénaga de Birama, en la desembocadura del Río Cauto con el objetivo de incentivar la reproducción de la especie cocodrilo antillano.

Inicialmente el centro contaba con 371 ejemplares (70 machos y 301 hembras). Veintisiete años después la población de animales ha crecido hasta los nueve mil 860 ejemplares, de ellos 472 reproductores (97 machos y 375 hembras).

Cada jornada de labor es un reto colectivo, pues como dice Gabriel Cisneros Suárez, biólogo de la institución “el trabajo requiere mucho cuidado yextrema dedicación.

“Tratamos con seres vivos y nuestro desafío es preservar el fin genético de la especie, en lo que debe primar el amor.”

Este consagrado profesional, con dos décadas de experiencia en semejantes menesteres,nos revela que mientras era profesor universitario, fuela investigación lo que le despertó el interés hacia el centro que hoy le roba los mejores conocimientos.

-Gabriel, cuénteme un momento que haya marcado su carrera en todos esos años.

-Sin dudas, el mes de mayo de 2005 cuando ocurrió el primer nacimiento a partir la primera incubadora construida en Cuba. Ese año la natalidad fue de un 76%, número que superó al de muchos países del área del Caribe.

La finca contó en el pasado año con un índice de natalidad de 72% y de supervivencia de un 87,5%.

Hoy todos laboran por reducir al mínimo la estadística de muertes provocadas por estrés y la competencia entre ellos mismos.

Para lograrlo introducen cambios en el sistema de manejo, la alimentación y los espacios de conservación, con la meta de alcanzar el 90 por ciento de supervivencia.

Cabe destacar además que en tan solo cinco meses las crías logran el tamaño programado para el primer año de vida (superior a los sesenta centímetros).

El 24 de julio pasado concluyó la remodelación del centro con el fin de atraer un mayor número de visitantes nacionales e internacionales.

En esta fecha se crearon nuevos atractivos para el público, entre ellos un restaurant, un área de picnic, una parrillada, varias ofertas gastronómicas e incorporaron el servicio de guía.

Además, abrieron una tienda para comercializar artículos artesanales que confecciona el trabajador Juan Miguel Torres Yerocon materiales derivados de bambú, madera, frutos secos, semillas y cuero de res.

“Estos productos han gozado de gran aceptación entre los turistas, y la más reciente evidencia estuvo en los ceniceros y portabotellas que adquirieron los pasajeros del mega yate que hace unos días visitó la ciudad” comenta Juan Miguel.

“El pasado año recibimos dos mil 750 visitantes, de los cuales casi un centenar fueron extranjeros de países como Canadá y Gran Bretaña” informó Ricardo Rigal Rodríguez, administrador de la entidad.

“En los primeros días de 2019 estuvieron aquíocho turistas que arribaron a las costas de Golfo de Guacanayabo a bordo del mega yateVariety Vollage proveniente de Grecia, junto a la embajadora de esa nación en la Isla.”

“Para este año pretendemos atraer un mayor número de visitantes, incorporar un show con los cocodrilos, organizar ferias los fines de semana, actividades en los barrios y extender los servicios en horario nocturno.”

ElZoocriadero del municipio de Manzanillo semeja un paraíso para la conservación: allí conviven en armonía miles de ejemplares del cocodrilo americano, que cuida un esmerado equipo de hombres y mujeres orgullosos de que su labor se reconozca entre las mejores del país.

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