Exactamente 20 años después de haber levantado la copa de campeones en el Mundial de 1998, celebrado en suelo propio, el equipo francés volverá a estar en la final para luchar por regresar a lo más alto del podio.

‘Solo tres veces hemos llegado tan lejos: en 1998 ganamos a Brasil, en el 2006 perdimos ante Italia, y esta vez vamos a ganar, yo sé que vamos a ganar’, declaró a Prensa Latina un veterano seguidor de la selección nacional.

Lugares céntricos como los Campos Elíseos se convirtieron esta noche en un mar de banderas tricolores (azul, blanco y rojo) y están abarrotados de gente que canta y baila sin parar.

Uno de los millones de franceses que celebran es el joven François, quien en medio de la euforia se deshace en elogios para los héroes del partido.

‘El gol de cabeza de (Samuel) Umtiti estuvo espectacular, gracias a eso ganamos, pero el que de verdad lo hizo increíble fue (Hugo) Lloris en la portería, nos salvó el partido varias veces al parar los disparos de los delanteros belgas’, explicó.

La euforia llega también a Internet y redes sociales como Twitter, donde es tendencia global la etiqueta #fiersdetrebleus (orgullosos de ser azules).

Decenas de miles de franceses se reunieron esta noche frente al Hotel de Ville, sede de la alcaldía de París, para ver juntos el partido en una pantalla gigante habilitada para la ocasión.

Según las autoridades, para la final del domingo la proyección tendrá lugar en los Campos de Marte, justo al lado de la Torre Eiffel, para que cientos de miles de personas puedan asistir al encuentro.

Mientras muchos seguidores celebran toda la noche, solo resta esperar los resultados mañana del choque entre Croacia e Inglaterra, que definirá el rival de Les Bleus en la final de uno de los eventos deportivos más seguidos en todo el planeta.