Montevideo .-El Parlamento del Mercado Común del Sur (Parlasur), integrado ahora por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, procura convertirse en el cemento de la integración latinoamericana.
Así lo expresó el venezolano Saúl Ortega, tras ser ratificado como presidente de esa instancia legislativa subregional, con sede en esta capital.
La recién concluida XXXIII sesión ordinaria del Parlasur acaba de dar una batalla en ese sentido al defender de la institucionalidad democrática de los gobiernos progresistas amenazados por la “restauración conservadora”.
Criticado por quienes se oponen a la integración de la región, el Parlasur no sólo produjo una declaración categórica sobre la democracia, sino que los argumentos de los legisladores de los seis países del bloque contribuyeron a fortalecer su unidad política.
El diputado Yul Jabour, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela, denunció una arremetida y movimientos desestabilizadores contra los avances progresistas en la región.
Identificó al respecto los casos de Brasil, Argentina, Venezuela y Ecuador.
En tanto, el diputado uruguayo Gonzalo Civila sostuvo que el Parlasur debe actuar “en defensa de los procesos democráticos en la región que algunos sectores ocultos del poder financiero quieren desestabilizar”.
Por unanimidad de más de 100 legisladores, se aprobó un respaldo a la “voluntad soberana expresada en las urnas y a la legalidad de los gobiernos democráticamente electos en la región”.
También se aprobó una resolución de rechazó a la política de dominación de las transnacionales petroleras, como Exxon Mobil, para socavar la unidad latinoamericana, en alusión a la disputa del Esequibo entre Venezuela y Guyana.
En una extensa jornada, el Parlasur expresó además su repudio y consternación por la desaparición forzada de 43 estudiantes mexicanos de Ayotzinapa, estado de Guerrero, cuyo destino final aún no se conoce.
La existencia de desapariciones forzadas en cualquier parte del mundo, para el Mercosur, tiene un significado especial por la historia que han vivido muchos de nuestros pueblos, precisó la resolución.
Además, la Bancada Progresista del Parlasur, conformada por legisladores de izquierda de los seis países del bloque, denunciaron un “intento de restauración conservadora y el resurgimiento del neoliberalismo” en la región.
Alertaron asimismo sobre planes desestabilizadores que pretenden revertir las transformaciones que impulsan los gobiernos democráticamente electos.
Asimismo, reiteraron su respaldo a la unidad del Mercosur y el Parlasur, señalaron la importancia del ALBA, Petrocaribe, Unasur y la Celac, y cuestionaron el Tratado Internacional de Comercio de Servicios (TISA).
Por otro lado, el parlamentario argentino Andrés Larroque dijo a Prensa Latina que los sectores que han perdido sus privilegios se resisten a que nuestros países puedan desarrollarse con políticas que tengan que ver con una mayor equidad.
Una minoría, por poderosa que sea, no puede querer patear el tablero e interrumpir el funcionamiento de la institucionalidad, sentenció.
Larroque reseñó que, aunque el Mercosur inicialmente fue signado por el paradigma del mercado, luego intervinieron positivamente líderes como Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva, Tabaré Vázquez, Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, José Mujica y Nicolás Maduro.
Por tanto, opinó, la actual etapa es la de los pueblos que deben emprender su protagonismo al frente a la integración regional.
Planteó la conveniencia, además, de que la integración no quede sólo en manos de las cancillerías, sino que los ciudadanos tengan el protagonismo fundamental en ese debate.
El Mercosur, al que acaba de incorporarse Bolivia, tiene actualmente una población de más de 295 millones de habitantes y una superficie territorial superior a los 24 millones de kilómetros cuadrados.
Su Parlamento está en pleno proceso de incorporar a legisladores electos directamente por los ciudadanos de sus respectivos países. En ese sentido, Paraguay, que cuenta con 18 escaños, ya culminó ese paso.
Argentina, con 36 curules, lo hará tras los comicios de octubre próximo, mientras que Brasil (45), Venezuela (32), Bolivia (23) y Uruguay (18) tienen este tema pendiente para sus futuras elecciones.