La provincia de Granma consiguió cerrar el primer semestre del año con positivos resultados generales en el orden económico, sin embargo, precisa buscar eficiencia en varios indicadores particulares.
Un primer análisis de lo logrado en esa etapa, da cuenta que el territorio sobrecumple los ingresos al presupuesto en más de un dos por ciento, excede las ventas netas en más de 57 millones de pesos, no deteriora ninguna partida de gastos, y recoge alrededor de 30 millones de circulante por encima de lo previsto.
Mas, las infinitivas reservas por aprovechar en el orden productivo y en la prestación de servicios, volvieron a reafirmarse porque en lo individual, 19 empresas no llegan a completar sus compromisos, incumplen el encargo estatal 14 entidades, y no se materializa el compromiso fijado en 36 de las 102 producciones físicas controladas.
A pesar de los esfuerzos desplegados y de cuanto la provincia ha procurado ascender en la calidad y eficacia de los procesos, tres entidades: Comercio y gastronomía en Bartolomé Masó, Acopio y la de servicios a trabajadores del Micons, realizaron pagos sin respaldo productivo, en tanto varios organismos concretaron en los primeros seis meses, el plan de utilidades del año, lo que induce a pensar en errores de planificación.
Esos hechos, conducen, innegablemente, a una gestión más profunda en la actividad económica, en la cual se incluya un definitivo despegue de los proyectos de iniciativa local, y también de los planes de desarrollo integral que se diseña.
Estos últimos planes, en los cuales trabajan 35 localidades cubanas es una suerte de estrategia a seguir para la transformación físico- espacial del territorio, de forma que responda a todas las esferas económicas durante los años.
Como proyecto de desarrollo local constituyen un instrumento imprescindible para que los gobiernos de los municipios visualicen los objetivos deseados en cada esfera, y en un marco teórico, recojan las acciones a emprender para alcanzarlos.