Payaso es ser feliz

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Por Roberto Mesa Matos | 4 julio, 2017 |
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Los artistas de Payasigolfeando. Delante el pequeño, Kito / FOTOS Lilian Salvat Romero.

Manzanillo.- Un lugar entrañable en su corazón guarda Héctor Méndez a esta costera localidad de la oriental provincia cubana de Granma, que hoy lo ve encumbrarse entre los payasos más populares de  este archipiélago.

Rehilete es el nombre con el cual este carismático joven se desdobla en una figura caracterizada por la vestimenta extravagante, de capa negra con estrellas, zapatones con ribetes de ese color y blanco, sombrero y ocurrencias que hacen reír, y también aprender a los niños que lo sigue meidante  el programa Peque Soy, los domingos en las mañanas del canal Cubavisión.

“Los inicios de mi carrera artística están aquí: en los finales de la década de los años 80 del siglo pasado, cuando se me dio la posibilidad de trabajar en el programa infantil Somos la niñez. Luego me incorporé al la agrupación teatral del Guacanayabo (Ategua). Fueron años de crecimiento, de aprender y  de aportar.

Rehilete es el protagonista del programa televisivo Peque Soy.

“Una vez en la capital estudié y entonces me decido por este arte, el del payaso que encierra mucha pasión, dedicación y sensibilidad. Ya son 22 años”.

Méndez estuvo entre los más de 20 payasos  de Guantánamo, Santiago de Cuba, Las Tunas, Camagüey,  La Habana y Granma que protagonizaron el primer festival Payasigolfeando 2017, dedicado al aniversario 225 de la ciudad del Golfo de Guacanayabo y concluyó este domingo aquí.

“Es un espacio que nos hace crecer, nos ayuda a retroalimentarnos, a valorar qué hace y cómo hacen nuestros colegas y amigos del resto de las provincias cubanas. No solo realizamos actividades en las comunidades, barrios e instituciones sociales, promovimos talleres de diversas temáticas que para nosotros tienen gran relevancia.

Rehilete nos comentó sobre las experiencias de los payasos terapéuticos, modalidad cubana que se implementa en varios hospitales pediátricos del país.

“Les llevamos, dentro de este mundo que es de seriedad que son las instituciones médicas, la alegría pero también conocimientos a los infantes y sus familiares. Gratifica presenciar su sonrisa ante situaciones complejas de salud. Requiere de más apoyo por parte de los directivos de Salud Pública de comprender la importancia que tiene para cualquier tratamiento, comprobada en el mundo”.

La tunera Yaima Guerrero Sánchez en el rol de Tonguita.

La filosofía de Yaima Guerrero Sánchez es: “Ser payaso o payasa es más que hacer reír, disfrutar, es que la gente disfrute contigo, ría contigo; es ser feliz…”.

“El payaso es un personaje lleno de fantasías, que rompe todas las barreras, hace todo lo que un humano no puede hacer y llega hasta sitios sentimentales insospechados.

“Es lo mejor que me ha sucedido en la vida: la gratificación de un niño, su sonrisa es lo más lindo, arrancarles carcajadas ayuda espiritualmente a todos”.

En el escenario es Tonguita : “El festival trasciende para mí como una bendición: compartir con mis compañeros es fabuloso, pero además traje a mi “amigo”, el payasito Kito, que además es mi hijo, Derek Almaguer, de solo tres años de edad”.

La empatía que madre-hijo logran en los espectáculos admira a los espectadores. En Cuba solo se confirman similares parejas de “colegas” en la provincia de Guantánamo.

“Con él sucedió algo curioso: en un ultrasonido en los meses de gestación, la doctora obtuvo una imagen en la cual el feto unía sus manitas como si estuviese aplaudiendo. Nos emocionó mucho.

“Desde pequeño ha estado observando mi trabajo, y durante las grabaciones para un programa de la televisión en Las Tunas, que hacemos en nuestro hogar, me dijo que quería trabajar a mi lado. Es muy gracioso porque solo tener un niño en el escenario es garantía de sonrisas, sin importar que desde que él me acompaña es como si se robara el show”.

Pentaclown Habana es  la compañía artística más renombrada que agrupa a los payasos en Cuba. El profesor Pedro Martell, es su director general y el payaso Que me pongo.

“Yo me visto y me pinto delante del público: los niños y las niñas son los que me sugieren qué debo ponerme y de ahí el nombre. Para eso llevo cinco pantalonetas, e igual cantidad de corbatas, narices y sombreros, que es una gran carga pero buena”.

Más de tres décadas de fructífero desempeño confirman a mi entrevistado como uno de los más grandes payasos cubanos: “Siempre he defendido el cumpleaños como un espectáculo más: es un hecho artístico, por eso es tan importante que los profesionales lo hagan, porque si no entran al escenario los “intrusos” y le dañan nuestro trabajo.

Martell es hoy uno de los payasos más populares de Cuba.

“Si usted minimiza el cumpleaños tira todo por la borda, y eso es aplicable a cualquier profesión”.

-Profesor, ¿qué se necesita para ser un buen payaso?

-Ser actor ante todo. Conocer temáticas tan amplias sobre cómo colocar la voz, buena dicción, desplazamiento escénico y estudio, mucho estudio. Preocuparse todos los días por qué voy a hacer, qué voy a decir y en qué lugar. Aprender de todos: desde los niños hasta los abuelitos.

“Hay que aprender a escuchar y no creerse que te las sabes todas porque si no estás “liquidado”.

Rehilete, Tonguita, Kito, Que me pongo, junto a Pon, Tito, Melodía, Cacharrito, y otros  payasos, y el mago Pablo hicieron de las suyas en la tarde dominical para cerrar con broche de ocurrencias y sonrisas la primera edición del festival Payasigolfeando 2017.

Un espontáneo y fuerte aplauso de los más pequeños de casa confirmó el deseo de los artistas: retornar a la ciudad del Golfo de Guacanayabo dentro de un año.

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