Un profundo y pormenorizado debate partidista de la actividad cafetalera, en el municipio de Buey Arriba, definió la pertinencia de situar la política de cuadros en el centro de atención.

Los problemas y reservas productivas arrastrados durante mucho tiempo por el sector en el municipio, parten precisamente de serias irregularidades con los directivos en las bases productivas, de lo cual se han derivado incumplimientos de planes productivos y de reanimación de las áreas de café, insuficiente entrega y diversificación de productos agropecuarios, incorrecta contratación y aprietos financieros.

Aunque en varias de las 46 bases productivas de la localidad (ocho CPA, 23 CCS y 15 UBPC) el asunto se ha transformado, aún quedan siete que no han logrado organizar sus juntas directivas, y otras no tienen completo tal equipo de dirección.

En la evaluación, suscitada en la Asamblea de Balance del Partido allí, lo que más llamó la atención fue el largo período de tiempo que el problema transitó, sin que provocara una reacción, con la urgencia merecida, por parte de los organismos con mayor responsabilidad en su solución, tal es el caso de la Agricultura y la ANAP.

Los militantes partidistas que opinaron sobre el particular, reconocieron que a los núcleos también les faltó accionar, más si sabemos que la política de cuadros y la preparación de sus reservas, se incluye entre los temas a tratar con periodicidad en las reuniones de las organizaciones de base del Partido.

Evidentemente en Buey Arriba ese objetivo no se atendió consecuentemente, aun cuando al menos la actividad cafetalera tributa el 38 por ciento de la producción mercantil del territorio, y la producción de viandas –tan cuestionada localmente tanto en su producción como comercialización- es decisiva en el programa de alimentación popular.

Algunas acciones aportan ya a la corrección de todo ese estado de cosas, como la definición de zonas productivas y de gestores para cada una de ellas,  para una mejor atención por parte de las empresas agropecuaria y de Acopio; la recuperación de técnicos integrales; el aprovechamiento de créditos bancarios, y, por supuesto, el fortalecimiento de  juntas directivas, por cuyo asesoramiento  técnico, mucho se debe trabajar.

Sonia Virgen Pérez Mojena, máxima dirigente partidista granmense, y Ángel Arzuaga, funcionario del Comité Central, asistieron a este encuentro, en el cual los delegados eligieron a los miembros del Comité y Buró municipal del organismo político, encabezado por Edel Ángel Trujillo Hernández.