Los 34 trabajadores de la Sucursal 7611 del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) de Manzanillo, llegan hoy a los 55 años de la nacionalización de la Banca Cubana, conscientes de las grandes transformaciones y retos que deben asumir en este importante sector.
Dicha entidad cuenta con dos gerentes, quienes dirigen los procederes contables y comerciales, guiados por la premisa de dar respuesta a los Lineamientos de la Política, Económica y Social del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la Revolución. Entre las principales acciones que hoy tienen lugar allí, resalta el financiamiento al sector no estatal.
Felicia López Alba, directora de la Sucursal, destacó que “el financiamiento se establece mediante dos modalidades. Una es el capital de trabajo, que incluye el préstamo de dinero para la producción de insumos y comestibles. También tenemos las llamadas inversiones que se refieren a la mobiliaria y equipos duraderos para ejercer el negocio; dígase aires acondicionados, freezer, ventiladores, computadoras e impresoras, entre otros. En cada caso siempre valoramos que el dinero prestado, esté en correspondencia con la actividad en cuestión”.
Los préstamos destinados a la compra de materiales para la construcción y el pago de la mano de obra gozan de buena salud, resultado de la eficiente labor que despliegan quienes laboran aquí.
Adriana Gómez Cedeño, una de las manzanilleras beneficiadas en tal sentido, destaca que “esta alternativa es muy favorable para mí y para todos los manzanilleros que necesitan mejorar el fondo habitacional. Aunque muchas personas aun no poseen una cultura en cuanto a esta modalidad, ya es tiempo de que le consideren, pues es un ingreso beneficioso y seguro que te ofrece la posibilidad de mejorar tu vivienda en poco tiempo, bajo parámetros legales”.
Las entidades estatales, el sector agropecuario, agricultores individuales cooperativas no agropecuarias, y las personas interesadas en mejorar la infraestructura de sus viviendas, también pueden acogerse a la política crediticia, la cual se ha perfeccionado, a fin de dar seguimiento a las normativas del Decreto Ley 289 del 2011.
Guiados por el ejemplo incondicional de Ernesto Guevara de la Serna, quien en fecha similar, 56 años atrás, fue nombrado presidente del Banco Nacional de Cuba, cada uno de estos bancarios, en su mayoría jóvenes, no cejan en su empeño de atender a los manzanilleros y visitantes que llegan hasta allí para entre otras acciones, acceder a los servicios en cajas, cobro de salarios, de jubilación, pago de transferencias, y depósito en efectivo.
BANDEC en Manzanillo se ajusta, desde el pasado año, a los servicios virtuales, lo cual hace más ágiles los trámites referidos a transferencias, pagos y otros. A esta variante ya se han insertado entidades como TRANSMEC, la Universidad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley, la sede de la Universidad de Granma, radicada en esta demarcación; y el Banco de Sangre.
Nidia Quesada Chávez, auditora asistente y una de las fundadoras de esta unidad bancaria, resalta que “pertenecer a este sector de la economía es un honor, pese a los sacrificios que implica laborar aquí. Considero que el control y la disciplina son fundamentales para llevar adelante una responsabilidad de este tipo. Superarnos, constantemente, también es vital para estar a la altura de las nuevas prestaciones que se implementan a nivel de país”.
Desde agosto del 2013 se ampliaron las prestaciones de esta entidad con la apertura de dos cajeros automáticos de moderna tecnología, con lo cual se agilizan los trámites y transferencias bancarias, en cualquier horario, sin necesidad de recurrir a las cajas contadoras.
Felicia López, agregó que “con esta variante, en la que fuimos pioneros en la localidad, se facilitan notablemente las operaciones financieras de una forma más ágil y confiable. Mediante la tarjeta y el uso del cajero las personas pueden extraer, hacer transacciones dentro del país, o desde el extranjero, lo que significa que hemos evolucionado en poco tiempo en algo que parecía inalcanzable. Tiempo atrás las personas que poseían tarjetas debían trasladarse hasta otras provincias como Santiago de Cuba y Holguín para acceder al servicio”.
Apostar por el desarrollo económico del territorio y favorecer las necesidades de los golfeños, es la misión fundamental de los estos hombres y mujeres que sorprenden a la mañana con cálculos, planillas y racional empleo de recursos monetarios, para en la tarde marchar a casa, convencidos de que la jornada siguiente les devolverá la maravillosa rutina de servir al pueblo y resolver no pocas gestiones financieras.