Con el regocijo de haber saboreado el primer pago del incremento salarial con lo que el Estado ha beneficiado a miles de cubanos, el escepticismo de muchos se descarga en torno a la tercera resolución aprobada por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) sobre el tope de precios y tarifas de productos y servicios.
La disposición que por previsora voluntad estatal pretende impedir que tal esfuerzo no entre por un bolsillo y con la misma salga por el otro, a cuenta de quienes no piensan como país, y solo les interesa el peculio personal, ha generado, por una parte, satisfacción, y por otra, lógicas dudas, si ese intento de protección ha fallado en otras ocasiones, porque cuando bajan las aguas no pocos insisten en violar lo legislado.
Sucedió así, por ejemplo, cuando fueron topados los precios para la comercialización de productos agropecuarios y la transportación privada de pasajeros, y a las pocas semanas todo se mantenía inalterable, excepto uno que otro día, cuando la voz de inspectores a la vista, corría de un lado a otro.
Aun así, esta vez la gente está un tanto expectante, si el combate contra los infractores está dirigido desde la dirección central del país, aunque sabido es, solo se ganará si se hace colectivo y no nos vuelve a ganar el conformismo.
LATIDOS MUNICIPALES
Horas después de entrada en vigor la citada resolución, Henry Pérez mostraba con asombro, una pizza, o más bien pizzeta adquirida en la céntrica calle Martí, de Bayamo. “La culpa es del Estado, que bajó los precios”, respondió la vendedora ante el reclamo del joven.
La disminución del gramaje de ese producto, de espaguetis y otros, es por estos días una de las inadecuadas alternativas asumidas por no pocos cuentapropistas frente al ordenamiento de precios, y así lo han denunciado varios encuestados a propósito de este trabajo periodístico.
Mientras, Amauris Betancourt, de 42 años y residente en Holguín, asegura que el pasado domingo, para trasladarse desde la capital granmense hasta esa vecina provincia, se vio obligado a pagar 60 pesos a un camionero privado que, decididamente, ha hecho caso omiso a las recientes regulaciones.
Los cautocristenses de manera general aplauden las disposiciones citadas, con un impacto en su vida cotidiana, y sugieren que se haga un análisis particularizado en otros singulares servicios como el del abasto de agua.
Oscar Montejo Salazar, Yuliana Osorio González y Carmen Oliva Almaguer, vecinos de la comunidad de Babiney, aseguran que allí adquirir una pipa con el deficitario líquido, cuesta unos 300 pesos, monto al que a muchos les es imposible acceder.
Las mayores preocupaciones de los guiseros están la constante querella con transportistas privados que hacen ruta desde la cabecera municipal hasta Bayamo, Victorino y Macanacú, que se desentienden muchas veces persisten en mantener las nuevas tarifas.
En la localidad han sido decomisadas cantidades de malanga por comercializarse a 10 pesos la libra, aunque la tarifa reglamentada y reflejada en la pizarra informativa sea seis pesos.
El manzanillero Agustín Suárez Batista, vinculado por más de 20 años a la comercialización de productos agropecuarios, hizo referencia al anterior producto en específico, tan escaso como demandado, y que en su opinión con el nuevo precio no proporciona mucha ganancia.
Pero consciente de que hay que acogerse a la ley, concluye: “me defiendo con otros productos; hemos tenido reuniones con los inspectores, y quienes incumplen es porque quieren, yo siempre estoy sobre lo que nos orientan”.
A OÍDOS SORDOS…
De acuerdo con un informe de la Dirección Integral de Supervisión (DIS) del órgano de Gobierno, este propio mes de agosto fueron detectados dos mil 517 centros violadores e identificados dos mil 544 infractores, multados con un monto total superior a los 389 mil 700 pesos, con un valor promedio por multa de 153.20 pesos.
Esas cifras acentúan los criterios populares en cuanto al persistente desapego a la ley, fenómeno que en opinión de muchos entrevistados tiene relación con la discreta cuantía impositiva, que en este período registró un promedio por multa de 153,20 pesos.
Entre las violaciones más recurrentes en el sector estatal y privado están, el cobro de más y entrega de menos en los productos que se comercializan, falta de gramaje y componentes, productos con mala calidad y sin precio visible, no existencia de normas técnicas, venta de productos con precios no oficiales, desactualización de pizarras informativas, y puntos de venta sin autorización comercial.
Se suman a la lista, cobro de más en las tarifas aprobadas en el sector del transporte y exceso de pasajeros en los vehículos privados, personas naturales que ejercen la actividad de cuentapropistas de forma ilegal, y venta de productos de la red de industriales o prohibidos para ejercer la actividad, por mencionar solo algunos.
SISTEMATICIDAD: LA CLAVE
Entre las tantas personas encuestadas a propósito de este trabajo, hubo un reclamo coincidente: hacer sistemáticos la vigilancia y el control.
Danier Pérez Martínez, jefe de grupo de la DIS en Granma, destaca que, aunque no está cubierta totalmente la plantilla, la provincia cuenta con alrededor de 340 supervisores para enfrentar esa misión, y el organismo se ocupa de preparar la fuerza que resta sobre todo en Bayamo y Cauto Cristo, y completarla antes de cierre de año en todos los municipios.
Interpelado sobre la inquietud popular sobre esa suerte de guerra anunciada que atenta en buena medida a la efectividad de las inspecciones, Pérez Martínez apunta que efectivamente estas últimas se programan por organismos en los planes de trabajo, se conoce cuándo y a que actores se dirigirá.
“El enfrentamiento a las indisciplinas sociales debe ser permanente, pero hay una red de conocimiento, por ejemplo, en el caso de los carretilleros, que empieza el operativo y al rato todos lo saben y se esconden, es un tema complicado que lo estamos trabajando con el Minint”.
Mercedes Pérez Díaz, especialista principal en el departamento de formación y análisis de precios, refiere la prioridad que se otorga hoy a que el grupo provincial de monitoreo, trate de dar respuesta rápida y clara a las denuncias de la población sobre las violaciones.
“La población ha depositado la confianza en nosotros, y hasta la pasada semana se habían recepcionado poco más de 50 demandas, cifra ínfima en correspondencia con la situación real.
“Sabemos cuáles son las actividades y servicios en los que hay mayor insatisfacción por los cuentapropistas, les hemos explicado para que entiendan, y en casos como los que ofertan refresco gaseado, antes a dos pesos y ahora a uno, y estamos abiertos a un estudio por la cantidad de preocupaciones y argumentos”.
Juan Carlos Berenguer, director de Finanzas y Precios, recuerda que, a partir de la disposición aprobada sobre las tarifas y precios, lo primero fue hacer un levantamiento de los que estaban rigiendo hasta el 1 de junio, para evitar cualquier incremento, y que efectivamente se mantiene cada mes el estudio, porque en un momento pueden agregarse productos con precios topados por decisión del Consejo de la Administración (CAP).
Los municipios, agrega, también, tienen facultad para topar precios por debajo de los establecidos por el CAP, atendiendo al nivel adquisitivo de su población.
Resaltó la importancia de la integración de factores en el enfrentamiento, al que deben sumarse los organismos que atienden, como responsabilidad y no ya como sectores de relación, las actividades por cuenta propia, y sobre todo el pueblo, que debe ser tanto como beneficiario, artífice principal en esta batalla por el orden.
Que decir en Bayamo que en La Unión vemos el agua cuando llueve, un tanque de 55 galones de agua cuesta $ 20.oo y no todos los dias se puede comprar, ya las pipas que suministraban el agua desde que paso el 26 no han ido mas, y como necesitamos ese preciado liquido, el comentario anterior no lo publicaron, vamos a ver este.
Ni hablar del abasto de agua, dias antes del 26 de julio en los repartos suministraban las pipas el agua a la población, pero desde el mismo 26 ya no se han visto mas, es decir a vivir como el gorgojo, no todo el mundo puede pagar $20.00 por un tanque de 55 galones todos los dias para satisfacer las necesidades de los hogares de este precioso liquido.