Los  azucareros del ingenio  Bartolomé Masó, del municipio del mismo nombre, alistan su maquinaria fabril con vistas a afrontar la ya inminente campaña con el reto de revertir los incumplimientos de sus planes técnico-económicos de los últimos años.

Odolfo Duany Oliva, jefe de mantenimiento en el único central azucarero ubicado en la precordillera de la   Sierra Maestra, asevera que las presentes reparaciones son acometidas con  un espíritu totalmente diferente  a las concretadas en  zafras anteriores.

El directivo explica que desde el inicio de los trabajos de alistamiento  en junio último, se cumplieron las llamadas metas volantes de cada fin de mes hasta la fecha.

Como elemento negativo los azucareros locales sufrieron afectaciones por  falta de acetileno durante 18 días, hecho en vía de solución  de modo paulatino, Duany Oliva añade que allí trabajan fuerte en la parte organizativa para completar los principales trabajos afectados por la carencia del gas con el propósito de  iniciar la zafra en los primeros 10 ó12 días de diciembre venidero para adelantarse a la fecha inicialmente  acordada.

Ahora el plan es pequeño y objetivo,  al   rebasar  apenas las 15 mil toneladas, y confeccionado con la caña real con que  cuentan para las molidas.

Con el cumplimento de la zafra en la presente contienda, quedarían atrás los problemas industriales  de generación de vapor y los molinos de pasadas zafras, por ello las reparaciones fueron puntualmente dirigidas a esos espacios, sin descuidar el resto de las áreas.

También los industriales masoenses decretan  guerra a muerte a las materias extrañas (en especial tierra) que entran al central y constituyen una lima sorda contra la eficiencia.

Tras cerca de 90 días de zafra los trabajadores de nuestra primera industria en esa localidad montañosa esperan que el triunfo les sonría coincidentemente con la Jornada de Girón.