El sonido de los cencerros anuncia su llegada, basta solo con un chiflido para guiar a la “tropa”. Salen todos a recibirlo, su esposa con el café recién colado en las manos y los más pequeños con ansias de escuchar sus fabulaciones.
Para el arriero boyarribense “en la Sierra Maestra un mulo sigue valiendo más que un avión”. Estos animales transportan grandes cantidades de alimentos y otros recursos para abastecer al municipio y a localidades aledañas.
Guillermo García: Feliz de regresar para recordar la historia (+ fotos y videos)
Sin embargo, desde hace 15 años, en los últimos días de junio, los senderos permanecen silenciosos y los mulos no marcan el camino al pisar la tierra. Todos están inmersos en el Encuentro de arrieros y fabulaciones serranas, el único espacio en Cuba para reconocer la labor de estos hombres y preservar la tradición arrieril en las comunidades.
En esta ocasión, a partir del día 21 y hasta hoy 24, se han realizado encuentros teóricos para compartir experiencias sobre el oficio y recorridos a sitios históricos, como la Casa Museo La Otilia, sitio donde se radicaba la Comandancia del Che Guevara, a quien dedican la presente edición.
Encuentro de arrieros y fabulaciones serranas afianza tradiciones
La música no faltó en la cita, el órgano Estrellas de Cuba amenizó las jornadas de corridas de cinta y demostración de carga y descarga de mercancía, momento en el que los menos experimentados preguntábamos que significaba “hacer el número ocho en el amarre” o “halar pa’l garabato”.
Buey Arriba no solo es el hogar de tradiciones por el trabajo del arriero, sino de otras que enriquecen el folclore del lugar y sorprenden a los invitados durante el evento por sus peculiaridades; por ejemplo, las piedras brillantes por el desgaste del jabón sobre estas al lavar la ropa en el río Buey o el espacio La noche de los aparecidos.
Este último, es una narración de cuentos fantásticos por parte de los campesinos, memoria oral surgida por el andar de los arrieros en la serranía. Algunos comentan que durante la noche han observado una luz intensa que los cubre y otros un ataúd al cruzar el arroyo Soler.
Destacan vitalidad sociocultural de la tradición arriera en Buey Arriba (fotos y videos)
La fabulación más conocida enuncia que en los viajes de los arrieros siempre acompañaba al mulo guía, por varios kilómetros, una gallina de Guinea, luego desaparecía para volverla a encontrar cuando regresaban con la mercancía.
Otra costumbre de las familias aquí transcurre cada 24 de junio con el “amanecer a lo San Juan” a las 6:00 de la mañana. El baño en el río Buey como celebración por el día de San Juan Bautista adopta matices criollos. Las peticiones al santo forman parte de un ritual silencioso para transmitir el carácter divino en las actividades del campesino.
El evento de los arrieros ha devenido espacio de análisis para salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial y afianzar la identidad en las montañas del municipio.
Sin embargo, este no es la única ocasión de debate para quienes practican el oficio de transportar alimentos u otros recursos a zonas intrincadas.
En la Semana de la Cultura de Buey Arriba, en noviembre, ellos exponen temas de interés para el desarrollo de la labor.
Por otra parte, el Club de arrieros de esa localidad visita comunidades y escuelas para incentivar a realizar el trabajo, o simplemente, mantener viva la tradición.
Hoy culmina la edición 15 del Encuentro. Ellos volverán junto a su tropa de mulos a la faena sin descanso, pero no se puede esperar menos porque, como dijera el cantautor argentino, Héctor Chavero, “prendido a la magia de los caminos, el arriero va.”