Preservar la memoria, necesidad humana

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Por María Valerino San Pedro | 20 septiembre, 2016 |
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Tener una buena memoria es un preciado tesoro que los seres humanos deseamos y distinguimos, pero con el paso del tiempo todos estamos en riesgo de perderla total o parcialmente.

Quizás por ello, el vocablo Alzheimer, comienza a estar de “boca en boca”, no obstante ser una enfermedad poco conocida, cuyos síntomas pueden pasar inadvertidos o considerados como parte del envejecimiento.

Este 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, instituido por la Organización Mundial de la Salud en 1994 con un doble objetivo: sensibilizar la sociedad acerca de esta “epidemia del siglo XXI” y sus consecuencias sociosanitarias; y desarrollar una campaña de educación dirigida a promover la prevención de esta patología.

“El valor del cuidador” es el lema promocional de la efeméride, por ser la figura del cuidador familiar uno de los protagonistas principales  y de mayor valor que aparece en la atención a quienes sufren directamente la enfermedad y sus efectos.

De acuerdo con la bibliografía médica las personas aquejadas de esa dolencia en sus inicios experimentan pérdida progresiva de la memoria,  cierta confusión y falta de concentración.

Se trata de un trastorno degenerativo del cerebro que se desarrolla en un período de años y es la causa más común de demencia. El resultado final es la muerte progresiva de las neuronas. Cuando este mal aparece es irreversible.

El Alzheimer es un problema global del que nadie está a salvo y del que la sociedad en su conjunto debería tomar conciencia con un triple propósito: prevenir su aparición, actuar cuando haya sido diagnosticada y paliar sus consecuencias.

Materializar esa tríada es posible en Cuba, donde existe un Programa contra esa enfermedad, cuya estrategia se basa, sobre todo, en la prevención, mediante el control adecuado y tratamiento de los factores de riesgo cardiovasculares, tales como hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, fumar, beber alcohol y pobre actividad física e intelectual.

A través de la Atención Primaria de Salud (APS), se insta a los pacientes a mantener una vida activa, integrar  los círculos de abuelos y hacer entrenamiento cognitivo, como  aspectos importantes en la prevención y el retraso de su comienzo.

Los médicos de familia, en las consultas o en las visitas de terreno, sobre todo a las personas de 60 años o más, realizan labor de educación para la salud,  sugiriendo evitar la pérdida de facultades mentales tonificando la materia gris con retos y estímulos de calidad.

Por su parte, los neurólogos indican que mantener ocupado el cerebro a través de la lectura, la  creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, la cual permite hacer cosas sin pensar en ellas.

En Cuba unas 130 mil personas sufren de demencia, con aproximadamente 28 mil nuevos casos anuales, quienes no están desprotegidos y pueden contar con las bondades del Sistema de Salud.

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