Mientras tanto, el 70 por ciento más pobre solo accede al 2,7 por ciento de la misma, tres mil 460 millones de seres humanos sobreviven en la pobreza; 821 millones padecen hambre; 758 millones son analfabetos y 844 millones carecen de servicios básicos de agua potable, señaló.
Esas realidades no son fruto del socialismo, como el presidente de los Estados Unidos afirmó ayer en esta sala, expresó en referencia al discurso pronunciado este martes en el órgano de la ONU por el mandatario norteamericano, Donald Trump.
Durante su polémica intervención el jefe de la Casa Blanca afirmó que en todos lados el socialismo o el comunismo han producido ‘sufrimiento, corrupción y decadencia’.
Pero el gobernante cubano afirmó que la irracionalidad del mundo actual es consecuencia del capitalismo, especialmente del imperialismo y el neoliberalismo; del egoísmo y la exclusión que acompaña a ese sistema.
Asimismo, remarcó que es resultado de un paradigma económico, político, social y cultural que privilegia la acumulación de riqueza en pocas manos a costa de la explotación y miseria de las grandes mayorías.
El gobernante cubano sostuvo que el capitalismo afianzó el colonialismo, con él nació el fascismo, el terrorismo y el apartheid, se extendieron las guerras y conflictos, los quebrantamientos de la soberanía y la libre determinación de los pueblos; la represión de los trabajadores, las minorías, los refugiados y migrantes.
Indicó que tal sistema es opuesto a la solidaridad y a la participación democrática, mientras los patrones de producción y consumo que lo caracterizan promueven el saqueo, el militarismo y amenazan a la paz.
Al mismo tiempo, esos patrones ‘generan violaciones de los derechos humanos y constituyen el mayor peligro para el equilibrio ecológico del planeta y la sobrevivencia de los seres humanos’.