Manzanillo. – La joven manzanillera Violeta Sariol Jorge disfruta mucho visitar el restaurante La Lisetera Cayo Confite, único de su tipo en Cuba, pues es en ese centro donde se oferta la emblemática liseta frita, pescado tradicional de esta región del Oriente de Cuba.
Si bien, las ofertas de ese marisco disminuyen por la pobre manifestación de la especie en las aguas del Golfo de Guacanayabo, y el colectivo busca otras alternativas para complacer a sus clientes, “La Lisetera” continúa en la preferencia de los que residen en esta urbe y los visitantes de otras provincias.
La muchacha comenta que después de la reparación el sitio está muy acogedor y el personal es muy amable. “A mi familia y a mí nos gusta mucho llegarnos hasta aquí como sucede ahora”.
Pero en momentos en los cuales una pandemia silenciosa y agresiva como la Covid – 19 amenaza con expandirse, el colectivo de ese restaurante pone en práctica un grupo de medidas orientadas a reducir los riesgos de propagación de la epidemia, proteger a los clientes y trabajadores.
“Me parece muy bien todo lo que están haciendo, periodista. Cuando llegamos en la puerta nos lavamos las manos con hipoclorito de sodio y el portero nos orientó las particularidades del servicio en este momento de complejidad epidemiológica. Sí, es excelente que todos cuidemos nuestra salud sin dejar de ofertar alimentos al pueblo”, cerró Violeta.
La capacidad total de la unidad es de 240 cuarenta comensales en las áreas de la cancha, la terraza y el salón principal. Después de las primeras orientaciones, el colectivo redujo a la mitad ese número.
Abdel Albi de la Cruz, subadministrador de la Lisetera Cayo Confite, dijo que dispusieron las mesas a más de dos metros de distancia para evitar un contacto directo entre los clientes y ubicaron hipoclorito de sodio y solución jabonosa en la puerta principal y los baños del restaurante.
El administrativo explicó que exigen el lavado constante de las manos a los dependientes, cantineros y en la cocina; y aseguró que crearon las garantías para no afectar el salario de ningún trabajador.
La empresa municipal de Gastronomía de Manzanillo la componen más de un centenar de unidades de diverso tipo diseminadas por los 16 consejos populares.
Héctor Gómez Leyva, el director general, aseveró que en cada escenario capacitaron a los colectivos sobre los síntomas de la Covid 19 y la forma de prevenir la pandemia.
Puntualizó que el ejemplo del restaurante La Lisetera se extiende hoy al resto de los centros que componen la empresa y del sector no estatal, con disponibilidad de recursos para higienizar utensilios y locales.
Gómez Leyva agregó que en todos los centros de prestación de servicios y elaboración de alimentos protagonizaron audiencias sanitarias con los profesionales de la Salud Pública del territorio y que chequean las medidas puestas en práctica mediante recorridos e intercambios con trabajadores y clientes.