La empresa Laboratorio Biológico Farmacéutico (Labiofam) de Cuba, con sucursales a lo largo del país produce una amplia gama de bioestimulantes que aplicados racionalmente en el momento oportuno, contribuyen al desarrollo de la agricultura y al incremento de los resultados productivos en las diversas formas de asociación que cohexisten en la isla.
Quitomax es el nombre del bioestimulante de formulación más reciente en la industria biológico farmacéutica cubana. Preparado que ofrece amplias posibilidades de uso agrícola pues se puede aplicar desde la semilla, la planta hasta el suelo.
Una de las indicaciones del uso de Quitomax es el apoyo a la planta en momentos de gran estrés, el que se ha comprobado con efectividad en sequías y abundantes lluvias cuando la permeabilidad terrestre colapsa por el exceso de agua pluvial.
El producto, como el resto, se presenta en un envase de un litro y como solución acuosa se aplica dispersado en las mochilas destinadas a la fumigación de que disponen muchos productores para beneficiar a sus cultivos.
El Quitomax es parte de una nueva generación de productos bioestimulantes formado por la combinación de varios microrganismos, entre ellos hongos, virus, bacterias, de las que sus toxinas producen una reacción que estimula la absorción del nitrógeno, uno de los principales elementos necesarios para el crecimiento y desarrollo agrícola y que aparece de forma natural en la tierra, aunque se agota con determinados cultivos.
Está indicado para el uso de cultivos, como maíz, tabaco, frijol, cebolla, ajo, sorgo, las leguminosas en general, todos de gran importancia para la alimentación del ser humano y animal, y se produce en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas ubicado en la occidental provincia de Mayabeque.
Otros bioestimulantes también producidos y comercializados por Labiofam tienen características y usos similares e iguales posibilidades de aplicación al ser soluciones acuosas, donde los microelementos, toxinas y enzimas de microorganismos vivos forman parte esencial del principio activo, entre ellos el Biobras-16, estimulador de la floración y de la germinación de semillas.
Para el desarrollo del follaje (las ramas, hojas, el tallo) se emplea el Fitomas-E que a su vez estimula el crecimiento de los frutos y la raíz a la vez que nutre a las plantas.
Para estimular el crecimiento vegetal, la industria cubana produce el bioestimulante Bionraiz, también un potente catalizador de la maduración así como de la formación radicular.
Obtener semillas de calidad y plántulas fuertes desde el punto de vista genético y adaptables a los ecosistemas golpeados por el cambiante clima, es una imperiosa necesidad para Cuba, y el progreso de su economía y sostenibilidad alimentaria y económica, en consonancia con estos retos la industria biofarmacéutica produce el Peptimort, un regulador del crecimiento de cultivos en condiciones de laboratorio (biofábricas) que permite sustituir los costosos medios de cultivo que se importan.
Disponibles además en otras presentaciones de tres y cinco litros, los bioestimulantes cubanos, son logros científicos que cierran el ciclo de descubrir-producir-comercializar-aplicar, a disposición de los agricultores, y hasta aplicable en las pequeñas producciones domésticas, esas que en algún momento de los últimos años del siglo XX se estimularon en jardines y patios y quizá debamos retomar.
Donde estan esos productos, quien los comercializa
Porque algunos de esos productos no llegan todos al municipio de Guisa, Granma para satisfacer las necesidas de la población,
saludos
Buena referencia a los logros de la ciencia y la innovación que ya tienen aplicación real y generalizada.