Quizás aún sin proponérselo, los 262 integrantes del personal de enfermería del hospital infantil provincial General Milanés, de Bayamo (33 son hombres), en la suroriental provincia cubana de Granma, rinden un perenne tributo a la italiana Florence Nightingale, considerada ejemplo de abnegación, madre de la enfermería moderna y fundadora de la primera escuela de esa especialidad en el mundo.
Este 12 de Mayo, cuando se homenajea a quienes se reconocen como la columna vertebral de la mayor parte de los equipos de atención de salud en el mundo, y que siempre están dispuestos a ayudar a quienes lo necesitan, esos hombres y mujeres se hicieron merecedores del Reconocimiento como Mejor hospital provincial 2015-2016, por los resultados en la profesión.
“Somos un colectivo muy consagrado nos dedicamos a la tarea que nos toca, tratando de perfeccionar al máximo nuestro trabajo. Mi gente es magnífica, y muy preparada”, dice la Licenciada en Enfermería Idalmis Piñeda Martínez, quien posee un Diplomado en Terapia intensiva y otro en Urgencia y emergencia y es la jefa del departamento de Enfermería en el referido hospital bayamés.
“Aquí existe un alto sentido de pertenencia y es total la entrega a una labor que precisa de responsabilidad, humanismo y profesionalidad, lo cual se logra con mayor rigor porque contamos con cuatro máster en Atención integral al niño, 10 especialistas, 18 técnicos y 230 licenciados en Enfermería.
“Estoy orgullosa de mi colectivo, y no porque sea perfecto, pero sí porque nunca me han fallado, aunque esté lloviendo torrencialmente, sea día feriado o de las Madres, los relevos se hacen sin dificultad alguna en el horario establecido.
“El bienestar de la población es nuestra razón de ser, y para ello nos esforzamos. Hacemos supervisiones sorpresivas, chequeamos actividades y tratamos de ayudar a todos, como una gran familia, porque damos mucha importancia a las relaciones humanas, a la cohesión del colectivo.
“Nos sentimos orgullosos de que Deysi Bravo Pérez, con 34 años de trabajo con enfermera de este hospital recibiera la medalla Piti Fajardo, ahora está de certificado médico recuperándose de una intervención quirúrgica. Como ella, otras compañeras han sido condecoradas en años anteriores y otras lo serán próximamente.”
Recorrer las salas, apreciar la labor de las “seños” y escuchar el criterio de varias madres acompañantes, corroboran lo expuesto por Piñeda Martínez y evidencian la justeza del Reconocimiento.
LOS MEJORES
Para el Licenciado en Enfermería Yovanis Fonseca González, quien está al frente de la vice dirección de la especialidad en la Dirección provincial de Salud, se trata simplemente de los mejores.
”Sí, -asegura- porque se lo han ganado con creces, al sobresalir como unidad hospitalaria provincial en los parámetros establecidos por la Sociedad Cubana de Enfermería, al igual que Guisa, como municipio.
“Cuando hablo de parámetros me refiero a: investigaciones, proyectos, publicaciones (únicos de Granma que escribieron un libro), calidad técnica (mantienen en cero las úlceras por presión y la flebitis), calidad del rehúso y control de los recursos materiales, completamiento de la plantilla en los servicios de riesgo y satisfacción de la población.
“Todo ello se dice fácil, pero resulta difícil lograrlo, y en el hospital infantil General Milanés lo han hecho realidad, por el quehacer cotidiano de esos hombres y mujeres y por el apoyo incondicional del consejo de dirección, con su directora al frente, la doctora Danis Álvarez Arzuaga.”
UNA LEYENDA
Cada 12 de mayo se festeja en todo el planeta el Día Internacional de la Enfermería, en homenaje a Florence Nightingale, nacida un día como este.
El aire de leyenda que acompaña la figura de esta mujer que forma parte de los anales registrados en los servicios a la humanidad, comenzó a raíz del estallido de la guerra franco rusa, en Crimea, en el año 1854. Ella envió una carta al secretario de guerra británico ofreciendo sus servicios como voluntaria. Al recibir una respuesta afirmativa, emprendió el viaje acompañada de 38 enfermeras voluntarias que había reclutado y se presentó en los campos de batalla: era la primera vez que se permitía la entrada de personal femenino en el ejército británico.
Surgió entonces la leyenda de “La Dama de la lámpara” o “El ángel de los tullidos” pues Florence, acompañada por una lámpara y por un búho domesticado en el bolsillo, solía realizar interminables rondas nocturnas entre los heridos curándolos y brindándoles ánimo.
Los cambios que introdujo revolucionaron los cuidados médicos militares de Inglaterra, incrementaron los estándares de sanidad y nutrición, y bajaron drásticamente los índices de mortalidad contribuyendo a corregir las condiciones higiénicas en general. El día 13 de agosto de 1910 falleció a la edad de 90 años.
Por todo ello en 1974 se hizo oficial que la conmemoración para los hombres y mujeres que deciden dedicar su vida al cuidado de enfermos se llevaría a cabo el 12 de mayo de cada año, y a finales de la década del 80 Cuba se suma a la celebración, vigente hasta hoy.