Simbólicos son los precios de las raciones de alimentos que el restaurante del mercado comunitario de Providencia, comunidad serrana del municipio de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, oferta a la docena de personas allí favorecidas con el Sistema de Atención a la la Familia (SAF).
A la instalación llegamos poco antes de un mediodía reciente, de pasada, pues ese no era objetivo de trabajo, sino el avance de las comunicaciones en la serranía masoense, sendos equipos de trabajo del periódico La Demajagua y la CNC tv Granma, acompañados por compañeros de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa).
En la tablilla anunciadora de los platos elaborados para el almuerzo, ese día, aparecían potaje de chícharos, 240 gramos (g), 020 centavos (cts.), arroz blanco, 180 g (010 cts.), sopa de chícharos, 200 g (020 cts.), ensalada de quimbombó (08 cts.) y refresco de frutas naturales (015 cts.). En todos los casos, los precios son en CUP.
Para el resto de la población el local funciona como restaurante y oferta alimentos elaborados con carnes de cerdo, aves, ovinos, caprinos, viandas y granos comprados a lugareños a precios de oferta y demanda.
Principalmente los fines de semana, el local tiene mucha demanda por parte de los vecinos, asegura la gastronómica Mariela Ollarzabal García.
Tanto los asistenciados como el resto de los pobladores que asisten a la instalación, manifiestan sentirse bien atendidos, asegura Ernesto Rodríguez Gutiérrez, presidente del consejo popular Providencia.
En el resto de la extensa área montañosa de Granma (cerca del 25 por ciento de sus ocho mil 375 kilómetros cuadrados de extensión territorial) hay diseminados otros restaurantes que contribuyen a elevar la calidad de vida de los residentes en esas elevaciones.
Salvador es uno de los sinónimos de providencial, eso es para los asistenciados que lo visitan diariamente, el restaurante comunitario de Providencia.
Un despacho de la agencia Prensa Latina expone que el sistema de Atención a la Familia es otro programa humanista que se implementa en Cuba, con el objetivo de garantizar la calidad de vida de muchos de sus ciudadanos.
Dicho proyecto vio la luz en 1998 en aras de favorecer a un sector de la sociedad en situación vulnerable, que no por reducido deja de importar.
Se conecta, además, con la actual dinámica demográfica, pues muchos de los que se benefician con este servicio de alimentación especial son adultos mayores.