Sin embargo su condena, por decisión mayoritaria, fue reducida la víspera a nueve años y 10 días en arresto domiciliario y con tobillera electrónica.
Dos de los tres jueces que analizaron su apelación en un tribunal de Porto Alegre, capital del estado Río Grande del Sur, votaron a favor. Solo el magistrado Víctor Laus se pronunció en contra.
Al respecto, Hoffmanns dijo: ‘Es lo que ha ocurrido, los bandidos confesos mienten para conseguir la libertad y quedarse con parte del dinero robado’.
Absurdo completo Palocci ir a casa y Lula seguir preso, esa es la obra del Moro. Dónde está la justicia, cuántos ladrones Moro ya liberó, recalcó.
La senadora lo resumió en una frase: ‘obra de Moro’, en referencia al exmagistrado y futuro ministro de Justicia y Seguridad Pública del gobierno electo de Jair Bolsonaro.
A una semana de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, Moro sacó a la luz pública el secreto de la delación de Palocci en la que él hace acusaciones contra Lula, preso desde hace siete meses por supuestos actos de corrupción, y la depuesta presidenta Dilma Rousseff.
Palocci emergió como uno de los ministros más influyentes durante el primer Gobierno de Lula (2003-2010) hasta que renunció por un escándalo de corrupción. Luego volvió al poder como arquitecto de la campaña que llevó a Dilma a la presidencia y se convirtió en jefe de Gabinete.
Después presentó su dimisión tras la oposición acusarlo de haberse enriquecido ilícitamente a través del tráfico de influencias cuando dirigió, entre 2006 y 2008, la empresa Projecto, que ofrecía asesoría a firmas privadas.
Investigadores indican que el exfuncionario fue hallado culpable de haber acordado ‘sobornos entre el grupo empresarial Odebrecht y agentes del PT’, y participó del pago ilegal y posterior lavado de más de 10 millones de dólares para financiar campañas políticas.
En abril llegó a un acuerdo de cooperación con la Policía Federal y su testimonio podría alimentar nuevas investigaciones y conducir a arrestos en el caso Lava Jato.