La prensa granmense se vistió de luto, este miércoles, al decir adiós en el reparto bayamés Camilo Cienfuegos, al diseñador y caricaturista Juan Rodríguez Licea (Puchichi).
Al dolor de sus familiares se unió el de sus colegas, amigos y vecinos, quienes coincidieron que tenía un gran corazón, y una broma siempre debajo de la manga, para alegrar la vida de los que tuvieron el placer de conocerlo y compartir momentos importantes de su existencia.
Luis Morales Blanco, visiblemente emocionado, despidió el duelo de su entrañable colega y amigo, a quien según definió lo caracterizaba el amor hacia su familia, el cual irradiaba a todos los que se relacionaban con él.
“Fue una artista gráfico extraordinario, con una proyección que rebasó varias veces a Bayamo, pues su obra se conoció dentro y fuera de Cuba”.
Era un poeta de la vida, una de esas personas que tenía el carisma de convertir en risas, con sus ocurrencias, los momentos más serios y dramáticos.
Por eso hoy, en las postrimerías de su tránsito por el mundo, aunque duela, es difícil recordarlo mustio y sombrío, pues su humor nos caló tan hondo que me niego a imaginarlo en una pose que no sea, aquella que esboce una sonrisa desde la eternidad.
Acompañamos en los sentimientos a esa familia maritza gamboa y Leonardo Ramirez.