La Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), en Granma, reconoció con el premio provincial Vida y Obra, de Arquitectura, a uno de sus afiliados, y con el de Profesional de Alto Nivel a otros cuatro, en ocasión del festejo, este 13 de marzo, del Día del arquitecto cubano.
El premio Vida y Obra, máximo estímulo que otorga la Unaicc, lo obtuvo el arquitecto Rafael Ángel Rodríguez Ramos, quien tras su graduación, en 1979, fue profesor universitario en Santiago de Cuba, desde 1984 reside y labora en Bayamo, donde ha llevado a cabo una encomiable labor en rehabilitación y conservación de centros históricos y edificios patrimoniales, especialidad en la cual tiene el grado científico de Máster.
El certificado de Profesional de Alto Nivel lo recibieron Carlos Vladimir Tamayo Milanés, Clara María Matos Trujillo, Idalmis Martínez González y Marlenis Bobich Binet.
El reconocimiento es “por haber realizado acciones que prestigian nuestra organización en el ámbito nacional e internacional y en la formación de nuevos arquitectos”, dijo Juan Alberto Porras León, presidente de la Junta Directiva de la Unaicc en Granma, al leer el acta de otorgamiento.
El Profesional de Alto Nivel está incluido en el sistema de estímulos de la Unaicc, tiene carácter individual y es conferido a los afiliados con 20 años, como mínimo, de labor en sus especialidades y que cumplan algunos de los varios requisitos, por ejemplo, poseer grado científico de Doctor en Ciencias Técnicas, o en una de la rama de las ciencias afines, estar categorizado como investigador titular o auxiliar, ser nominado para el premio nacional a la Vida y Obra.
En la ocasión, también fueron estimuladas con certificados y estímulos materiales, Mayda Perea Garzón y Leonor Palacios Ramírez, quienes también fueron nominadas al premio Vida y Obra.
En Cuba el 13 de marzo es el Día del Arquitecto, por acuerdo adoptado en 1933 por la Asamblea Nacional de Arquitectos, debido a que en igual fecha, tres años antes, comenzó a funcionar legalmente en el país el Colegio Nacional que los representaba.
La efemérides adquirió mayor relevancia cuando el 13 de marzo de 1957 José Antonio Hecheverría, joven estudiante de Arquitectura asaltó, junto a compañeros de estudios, el entonces Palacio Presidencial para ajusticiar al tirano Fulgencio Batista, acción en la cual perdió la vida.