Un llamado a los granmenses a “seguir trabajando con esa agilidad, con esa energía, con esa sensibilidad, para minimizar los efectos” del paso de la tormenta tropical Eta, formuló en Bayamo Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba.

“Lo más importante es cómo actuó el territorio para que la alimentación, el agua, el servicio eléctrico… se hayan restablecido con tanta rapidez”, añadió, y expresó la solidaridad de la dirección de la Revolución con quienes han sido afectados.

El también miembro del Buró Político del Partido, en encuentro, este jueves, con dirigentes de entidades provinciales, dijo que “siempre sabemos ponernos por encima de las limitaciones, no solo ante a la agresividad de los vecinos del frente”.

Recordó el Vicepresidente cubano que el Gobierno de los Estados Unidos ha arreciado el bloqueo contra la Mayor de las Antillas, “empeñado en que no entre aquí dinero, ni combustible, ni nada”.

“Somos un pueblo con mucha veteranía de lucha, de experiencia, para superar no solo esta confrontación en el orden político, sino también los problemas que nos acarrean estos desastres naturales”, puntualizó.

“Nunca estarán solos”, subrayó, y explicó que él y los dirigentes que lo acompañaban –de los ministerios de Economía y Planificación, Construcción, Agricultura y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos-, venían a “apreciar de cerca las afectaciones y las medidas adoptadas para minimizar las pérdidas, como nos enseñaron los líderes de la Revolución”.

Alexánder Rojas Pérez, delegado del Ministerio de la Agricultura, explicó que resultaron afectadas plantaciones de tabaco, café, arroz y cultivos varios; por lo que prevén sembrar en enero unas 300 hectáreas de tabaco, aunque no es un mes óptimo; así como intensificar la cosecha y molinería de arroz.

Teniendo en cuenta los volúmenes de agua de los que ahora se dispone –añadió Rojas Pérez- se proponen plantar más de nueve mil hectáreas del mencionado cereal no planificadas antes, pues no contaban con garantía de riego.

Calculan unas 45 mil latas de café maduro en los campos; por lo que es preciso incrementar el ritmo de cosecha, a razón siete mil 800 latas por día, con medidas financieras que estimulen la incorporación de recogedores, como el pago diario en el campo, explicó.

“Se ha venido cumpliendo la campaña de frío de cultivos varios; la tormenta atrasa la preparación de tierras, pero estamos a tiempo para recuperarnos”, y se prioriza la siembra de productos de ciclo corto, como boniato, calabaza y maíz, este último para comerlo tierno, señaló el delegado.

Asimismo –dijo- en cuanto las condiciones del terreno lo permitan, plantarán unas 300 hectáreas de frijol caupí (carita), para su consumo a finales de diciembre, y en enero y febrero próximos.

Explicó Rojas Pérez que “el tomate perdido no se puede rescatar antes de fin de año, por lo que sus volúmenes deben suplirse por otras hortalizas, como lechuga, acelga, col china y rábano”.

Entre los daños más sensibles a la agricultura destaca el sufrido por las plantaciones arroceras que estaban en estado óptimo para la cosecha en el momento de las lluvias, calculadas en mil 600 toneladas, subrayó.

Edisnel González Valdés, director de la Empresa de Granos Fernando Echenique, explicó que incluso antes de la tormenta, ya las lluvias afectaban la cosecha; ahora, dijo, es imprescindible drenar las áreas inundadas.

El Vicepresidente de Cuba recalcó que la principal prioridad del país es producir alimentos y llamó a hacer el máximo esfuerzo para crecer en la campaña de siembra de frío, principalmente en cultivos de ciclo corto y enfatizó que “vamos a apostar fuertemente por el frijol”.

Refirió Valdés Mesa lo beneficioso de contar ahora con mucha agua, por lo que hay que buscar los máximos rendimientos en la campaña de frío. Acerca de la producción cafetalera, remarcó que “una lata de café perdida, la sentimos”, y solicitó evitar el incumplimiento del plan.

Federico Hernández Hernández, presidente del Consejo de Defensa en Granma, explicó que se realizan movilizaciones hacia los cafetales, apoyadas por los consejos de defensa municipales, y expresó la seguridad de que Granma cumplirá lo programado, a pesar de la tormenta, compromiso que respaldaron los directores de las empresas especializadas, presentes en el análisis.

Marbelis Campos Busquet, delegada del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, informó que la tormenta ocasionó afectaciones en equipos de bombeo de ocho municipios, donde evacuaron a 17 de ellos.

Añadió que estuvieron afectados más de 33 mil habitantes por agua potable, servicio que ya se restableció a la mayoría, y queda sin operar la planta potabilizadora de Santa Isabel, en Bayamo, la cual sirve a más de nueve mil consumidores; no obstante, como la turbidez ha ido disminuyendo, pudiera funcionar pronto.

Michel Tejeda Acuña, coordinador de programas y objetivos del gobierno provincial, dio detalles de importantes afectaciones a la infraestructura vial, sobre todo en las vías atendidas por el Ministerio de Transporte.

Dijo que en la zona de La Herradura, en la carretera a Pilón, ocurrieron desprendimientos de tierra sobre el pavimento, y en cajones de obras de fábrica, estos últimos provocaron una cárcava profunda, situación que evalúan especialistas del Ministerio de la Construcción.

Añadió que en el puente sobre el río Purgatorio, en el mismo municipio, hubo una socavación importante del talud, y en el tramo Corona, de la Carretera Granma –que conecta a esta provincia con la de Santiago de Cuba- resultó dañada la obra de fábrica del lugar.

Argumentó Tejeda Acuña que unos cien metros de la vía fueron tapados por el arrastre de material, lo cual fue resuelto por brigadas manuales, pero quedaron otros daños, en una obra que ya tenía afectaciones importantes.

En la carretera Masó-Marea del Portillo, en el tramo de Las Mercedes a San Lorenzo y La Habanita, se produjeron deslizamientos de consideración, que obstruyen el paso, y donde labora una brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En la carretera Media Luna-Cinco Palmas, se afectó el tramo desde La Guanábana hasta el final de la vía, donde hay socavaciones profundas en los aproches de tres puentes. En la carretera Masó-Providencia-La Plata, también ocurrieron derrumbes de taludes de montañas, que han obstruido el vial, por lo que no han podido llegar a la zona conocida como El zigzag.

En el tramo Nuevo Yao-San Pablo de Yao, en Buey Arriba, se afectaron ambos extremos del “puente” sobre el río Buey, que en realidad se trata de una obra de fábrica construida con cajones.

El camino San Lorenzo-Mompié, donde también trabaja las FAR, hay cuatro derrumbes de consideración y deslizamientos de las montañas. Además, se formó allí una grieta peligrosa, de alrededor de 150 metros de largo y bastante profundidad, que pone en peligro a un círculo social y a una vivienda, a los cuales hay que retirar, pues puede ocurrir un desprendimiento.

En el puente sobre el río Jibacoa –que no da paso- hay socavaciones, y allí trabajan fuerzas de AZCUBA. Asimismo, informó Tejeda Acuña, que se registran 127 viviendas afectadas, incluidos cinco derrumbes totales y otros parciales de techos y paredes; de ellos, quedan 44 por resolver.

Salvador Valdés Mesa reconoció que “es fuerte la afectación a la infraestructura vial”, e indicó trabajar con prioridad en la erradicación de los derrumbes parciales de casas, buscar solución a las afectaciones totales y hacer el máximo esfuerzo por que queden mejor que como estaban, con soluciones definitivas, dentro de lo posible.

Francisco Escribano Cruz, gobernador de Granma, planteó la necesidad de proyectar la construcción de puentes y obras de fábrica sólidas, a fin de evitar que la fuerza de las aguas las destruyan una y otra vez, como ocurre en Yao.

Federico Hernández Hernández, también integrante del Comité Central del PCC, dijo que hay lugares de la carretera de Río Cauto a Manzanillo que se inundan por deficiente drenaje, sobre todo en El Sitio, lo que convierte a la carretera en un dique, asunto que debe estudiarse, para su solución.

El Vicepresidente de la República de Cuba recordó que la tormenta tropical Eta nos afectó 88 años después de que un ciclón destruyera a Santa Cruz del Sur, en camagüey, el 9 de noviembre de 1932, evento meteorológico que ocasionó la muerte de unas tres mil personas, según se estima. “Cuando aquello, no había Defensa Civil, ni había aviso, ni temprano, ni tarde”, lamentó el dirigente cubano.