Unidas por su historia, que las hace singulares, una decena de urbes integran la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, como garante de su protección pero también útil para promover un turismo diferente- y también complementario- a la tradicional modalidad de sol y playa.
La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Trinidad, Sancti Spíritus, Remedios, Camagüey, Bayamo, Santiago de Cuba y Baracoa integran una suerte de nodo común que les permitió realizar recientemente su reunión extraordinaria de 2015, para el intercambio y la transferencia de experiencias.
La llamada Atenas de Cuba se convirtió en anfitriona del encuentro del 11 al 14 de octubre, propicio para homologar el trabajo de las oficinas y plantear la creación de nuevas formas de visibilizar el patrimonio, también a partir de las casi infinitas posibilidades del ciberespacio.
Al decir de Patricia Rodríguez Alomá, secretaria ejecutiva de la Red, ante la llegada de más visitantes al país debe primar la creatividad al diseñar productos turísticos, donde se relacionen circuitos de carácter histórico-cultural que motiven adentrarse en la memoria de la mayor de Las Antillas.
Recorridos que trasciendan para captar el interés de viajeros de todo el mundo, pueden traer en el futuro prosperidad a cada una de las ciudades patrimoniales y visibilizar sus atractivos, además de beneficiar la dinámica económica, según la arquitecta.
El trabajo por cuenta propia ya juega un rol importante en la recuperación de los más preciados centros históricos, como fuerza emergente que debe ser bien orientada por la amplitud de profesiones y oficios que abarca, aseguró la Doctora en Ciencias.
Como institución la Red nació en 2013, por acuerdo del Consejo de Estado cubano, y hoy representa la voluntad de proteger regiones en todo el país donde el tiempo pareció detenerse, representativas de épocas y estilos arquitectónicos diversos.
Para Rodríguez Alomá, la cooperación internacional representa un gran apoyo en la preservación de los escenarios urbanos, en lo referente a nivelar las diferentes oficinas, dotarlas de equipamiento tecnológico y capacitar a su personal.
En opinión de la arquitecta, entre las integrantes más recientes de la Red destaca Matanzas, ciudad valiosa por su riqueza y diversidad de tradiciones, bella arquitectura y una geografía privilegiada, que la sitúa entre los polos de Varadero y La Habana.
Mucho resta por hacer para preservar las urbes patrimoniales en la Isla, con la unión de expertos, habitantes y entusiastas, pues cada una representa tan solo una pieza del gran mosaico cultural que es Cuba toda.