Regalo en caja de viento

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Por Orlando Fombellida Claro | 23 octubre, 2015 |
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Caja de viento
FOTO / Rafael Martínez Arias

El narrador y escritor cubano Omar Felipe Mauri, autor de La caja del viento, montada por la Guerrilla de teatreros, de la provincia de Granma, dijo a La Demajagua Digital que esa obra es un homenaje al órgano y a quienes cultivan su música.

El mencionado grupo de teatro callejero estrenó La Caja del viento el 20 de octubre reciente, Día de la Cultura Cubana, en el paseo (boulevard) de General García, en Bayamo, la capital granmense.

Bajo un alero protector de un soberano aguacero que impidió a los artistas llegar al final de la obra, Mauri dijo que esta es  un divertimiento que destaca los valores del órgano como una creación.

“Un invento, una genialidad de la cultura popular cubana que tomó 50 centímetros cúbicos de música llegada de París a través de Nueva Orleáns, Cienfuegos, y aquí se ha convertido en dos metros cúbico, o más, de música, muy enraizada en la nacionalidad cubana, al punto que va a ser declarado patrimonio cultural de la nación”.

Precisó que dicho instrumento musical “se acriolló y unió a lo más genuino del pueblo cubano en esta región y eso es un hecho insoslayable dentro de la cultura cubana”.

Subrayó que su propósito al escribir la obra  es contribuir a “sensibilizar a las nuevas generaciones a que aprecien, valoren esta historia (la del órgano) y lo que de real maravilloso tiene en su persistencia”.

Calificó de extraordinario el montaje realizado por los guerrilleros “en el que alternan actores, títeres, música en vivo, del órgano de Calambrosio, en Yara, y hemos vistos cómo las niñas lo tocan formidablemente. Es un gran espectáculo que invita al público a bailar, a disfrutar de la música y de todos los incidentes que el humor criollo le ha dado a este instrumento”.

Omar Felipe Mauri, nacido en 1959 en Bejucal, actual provincia de Mayabeque, licenciado en Educación en Español Literatura, es merecedor de varios reconocimientos, por ejemplo, Premio Nacional de Literatura Infantil La Edad de Oro por su libro de cuentos Alguien borra las estrellas (1993), y  La Rosa Blanca, de la UNEAC, en 1997, y en 1995 con Cuentos para no creer.

Diploma La utilidad de la virtud, otorgado por la Sociedad Cultural José Martí; distinción Romance de la niña mala, otorgado por la UNEAC de Sancti Spíritus por su excelente colaboración en la Literatura Infantil Nacional (2004).

Ha publicado en Cuba,  España, Venezuela, República Dominicana, Colombia, México y Uruguay.

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