¡Que regrese el trote imponente!

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Por Leonardo Leyva Paneque | 29 agosto, 2020 |
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FOTO/Luis Carlos Palacios Leyva

Nunca antes un equipo de Granma llegó a la Serie nacional de béisbol con serias pretensiones de luchar por la corona, como lo hará, a partir del 12 de septiembre, cuando arranque la edición 60.

Ni en la versión 57, cuando expuso su condición de monarca, por primera vez en la historia, presentó tantas credenciales, aunque terminó revalidando el título de los clásicos cubanos.

Desde entonces, no ha pasado mucho tiempo; de hecho, aún siguen activos los principales protagonistas de aquella hazaña y que ahora son la base de un conjunto, al que muchos lo ubican entre los favoritos.

De todos modos, para coronar una campaña exitosa, deberán demostrar sobre el terreno el enorme potencial de su nómina, que sobresale junto a las de Matanzas, Camagüey y Las Tunas, después de conocerse los roster de los 16 elencos.

Esa resulta, quizás, la principal fortaleza de la selección, que reúne a atletas experimentados y curtidos en trajines de play off; ahí están los dos cetros para confirmarlo.

Pero, sin duda, será la ofensiva el arma fundamental para transitar, sin muchos sobresaltos, por el calendario regular de 75 partidos, y así regresar a la postemporada.

Para la cercana contienda, los Alazanes deben presentar una alineación regular sólida y con pocas fisuras, en gran medida, por la inclusión de los primos Santos (Roel y Raico), quienes no pudieron cumplir sus contratos con los Olmecas de Tabasco, de la Liga mexicana, debido al azote de la COVID-19.

Tanto Roel como Raico son piezas clave y si cada uno cumple con su responsabilidad -llegar a la inicial, batear por detrás del corredor, aprovechar las brechas que dejen los lanzadores y la defensa de los rivales…-, además de explotar sus habilidades en el cajón de bateo, aumentarían las probabilidades de anotar carreras.

Por supuesto, para conseguirlo, necesitarán el apoyo de los que ocupen el núcleo de la tanda, dígase Guillermo Avilés, Carlos Benítez, Darién García, Guillermo García, Lázaro Cedeño…; sin su aporte, no se podría aspirar a mucho.

Los granmenses, además, muestran una banca superior a la de campañas anteriores, aunque no sea tan profunda, al menos, habrá un poco más para escoger, así lo reconoció su timonel Carlos Martí.

De igual manera, la receptoría enseña una mejor cara con la incorporación del holguinero Iván Prieto, que además del potente brazo, posee aptitudes con el bate en la mano.

Pero en el afán de traspasar la etapa clasificatoria y de mantenerse en la batalla por el campeonato, no dependerá únicamente de los bateadores, también de la actuación de sus lanzadores, área en la que persisten las mayores dudas.

Mucho se espera de la primera carta de triunfo, Lázaro Blanco, que de encontrar un complemento en el resto de la rotación abridora, en el cerrador Carlos Santana y en una defensa que ronde la media del torneo, se allanaría el camino rumbo a los play off.

Apenas faltan dos semanas para escucharse la voz de A jugar y ojalá regrese la caballería con un trote imponente.

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