El cultivo del cítrico renace con las siembras en el polo productivo agrícola Cauto La Yaya, perteneciente a la Empresa agropecuaria Jiguaní, en el municipio homónimo, en la provincia de Granma.

Allí están plantadas las primeras 16 hectáreas  bajo sistema de riego, con una moderna máquina eléctrica de Pivote Central, en la que resaltan la naranja, limón, toronja y mandarina.

Otras tierras se alistan para disponer de los productos durante ocho meses del año con rendimientos promedios de 20 toneladas por hectárea para el suministro del Turismo, la población y la minindustria local.

Diosmedes Guevara Pérez, director de la entidad, explicó que aquí se experimenta con la tecnología y el intercalamiento de toda el área con frutabomba y guayaba, entre otras.

Guevara Pérez destacó que ya acopian producciones e informó que el programa de desarrollo abarcaría mil hectáreas en esta zona con destino a la exportación de cítricos frescos y jugos concentrados naturales.

Tras más de 25 años sin el cultivo, afectado por el envejecimiento, enfermedades y deterioro del período especial, ahora llega para quedarse como un reto permanente de los trabajadores y directivos que labora allí con la aplicación de nuevos conceptos económicos y productivos.

El rescate de la cultura de este cultivo avanzará en la medida que se imponga la disciplina tecnológica y el rigor en la atención a las plantaciones, beneficio que reporta por los ingresos y estímulo materiales a los obreros agrícolas e industriales.

La recuperación extendida a las siembras del plátano, maíz, frijoles, yuca, boniato y calabaza ratifican la recuperación de estos predios, decisivos en la alimentación de cientos de miles de granmenses.