Ramón Labañino Salazar, uno de los cinco héroes antimperialistas cubanos, destacó este miércoles en Bayamo, capital de la suroriental provincia de Granma, que, para Cuba, rendirse nunca será una opción, y que las reformas en marcha para reanimar y hacer evolucionar el país son exclusivamente en el ámbito económico.
En el marco del VI Congreso nacional de desarrollo local, que acoge desde ayer esta provincia, el vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) en el país, discursó sobre el camino que recorre hoy el territorio para reanimar ese sector estratégico para la seguridad nacional, y elevar localidad de vida del pueblo.
Labañino Salazar motivó reflexiones sobre las diferencias sustanciales entre los procesos de cambio experimentados en la antigua Unión Soviética y los nuestro, estos últimos distinguidos porque son dirigidos por el Partido comunista, único, sólido y de constante vínculo y consulta con las masas.
Dijo que en las trasformaciones que se llevan a cabo, una mirada particular se dirige a la eliminación del déficit en la balanza de pago, la sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones, y el fomento de nuevas formas de producción, entre otras.
Valoró la importancia de entender que el gran desafío del país, tal y como señalara el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, es lograr mayor producción mercantil, pero en el contexto y mantenimiento de las relaciones socialistas de producción y de propiedad.
Ejemplificó con los nuevas formas o modelo de gestión económica que, con un desarrollo regulado, no implica una privatización de la propiedad, de las estructuras, sino precisamente de la gestión de estas, en busca de producciones y servicios de beneficio y constante alcance social.
Al responder preguntas de los asistentes al plenario, el Héroe de la República de Cuba, concordó en el significativo papel a desempeñar por los directivos y sus equipos de trabajo a todas las instancias, en los procesos decisores del desarrollo, en la pertinencia de la integración de saberes y esfuerzos, en el control, calidad y eficacia en la ejecución de las políticas económicas trazadas.
En la base hay que saber tomar decisiones correctas, darle al pueblo respuestas ágiles, explotar nuestro amplio potencial de inteligencia humana, elevar el protagonismo de los delegados del Poder Popular, recuperar los valores.
Porque Cuba es de todos, todas las ideas valen, dijo al referirse a la unidad que demanda el proceso transformador de la nación cubana, y en ese camino, resaltó, el Partido no puede perder nunca su fuerza matriz y su ejemplo ante la sociedad.