Manzanillo.- Si el colectivo de la Empresa pesquera industrial de Granma (Epigram) de esta ciudad sobresale por sus resultados a nivel nacional, una buena cuota de la  meta la aporta el desempeño de los hombres que laboran en el varadero de la entidad.

Lo anterior tiene sustento en el ahorro de más de cien mil pesos de ambas monedas que por concepto de reparar barcos alcanza al concluir cada año el grupo de ingenieros, técnicos, especialistas y mecánicos que allí labora.

Ubicado entre los mejores de la región oriental de la Mayor de las Antillas, el enclave tiene una capacidad de 70 toneladas con perspectivas de aumentar y en sus espacios  ejecutan cualquier acción de mantenimiento hasta 30 embarcaciones cada doce meses, guiados por exigentes normas de calidad.

El ingeniero Leonardo Aldana Figueredo, director técnico de la entidad manifiesta que su colectivo se esfuerza y fabrica “casetas para los distintos tipos de barcos, y además quedan como nuevos cuando trabajamos la carpintería, electricidad, la mecánica y la pintura.

“Nuestro desempeño es decisivo en las embarcaciones de la flota escamera, y dentro de estas los que se dedican a la captura de las sierras, los camaroneros, escamas varias, y las enviadas”.

Aldana Figueredo asegura que “los camaroneros constituyen las embarcaciones más complicadas por  la cantidad de acero que llevan y  los 18 metros de eslora que tienen”.

“Las reparaciones como promedio se extienden por casi tres mil horas, pero no todas se llevan adelante al mismo tiempo porque algunos deben permanecer en las áreas de pesca. Hoy el estado técnico de Epigram lo mantenemos al 93 por ciento.

“Las jornadas laborales superan las  ochos horas diarias, pero cuando se precisa de mayor esfuerzo la  duplicamos. Además una brigada permanece de guardia los fines de semana para enfrentar cualquier dificultad que se presente de manera urgente”, expresa el empresario .